Los tipos en esmoquin blanco y negro que tocan Come On!, esos son. The Hives es un grupo de suecos a los que al parecer les gusta mucho el mediterráneo, el sol y su gente, porque verlos en directo en España no es muy difícil. Desde la primera vez que el servidor los vio en 2013 en el BBK Live de Bilbao presentando su último álbum, Lex Hives, han vuelto cada año a varios festivales españoles sin necesidad de excusa alguna. Lo curioso de The Hives es que parecen huir de Madrid y Barcelona, siempre pululan por localidades menores y festivales específicos, por lo que es una sorpresa verlos en Madrid en el Mad Cool Festival.
Todo concierto de los suecos empieza con Come On!, una declaración de intenciones de la energía que van a proporcionar toda la actuación. Los genios del garage/punk rock mostraron sus temas más conocidos y que nunca suelen faltar en sus actuaciones como Main Offender, Walk Idiot Walk o Hate to Say I Told You So y tres temas nuevos. Esta visita a España, después de pasar en junio por el O Son Do Camiño de Santiago de Compostela, sí que puede excusarse al haber estrenado el mes pasado dos sencillos que formarían parte de un nuevo disco aún no confirmado.
I’m Alive, el primero en ver la luz, fue la penúltima canción de la noche. Los que asistimos al Sonorama Ribera de 2014 ya la pudimos ver en directo y no ha cambiado un ápice. Está claro que el grupo se toma su tiempo a la hora de grabar, están adictos al directo. En efecto, The Hives han vuelto, están vivos y parece que van a deleitar con más música dentro de poco. Su repertorio parece mantenerse invariable y así será hasta que no haya nuevo álbum.
El segundo sencillo de apenas dos semanas de vida, Good Samaritan, se presentó como “la canción más rápida del Mad Cool Festival” y muestra el lado más punk de la formación. En palabras del líder, Howlin’ Pelle Almqvist, es un tema que trata sobre «cómo ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas no ayudándolas». The Hives también deleitaron al público madrileño con una canción que aún no se ha publicado oficialmente pero sí se ha podido ver en otros conciertos. Se trata de Paint a Picture, previsible en el nuevo álbum y que no se sale de los esquemas estilísticos de la banda con un estribillo fuerte y divertido.
Ataviados como es costumbre con uniformes blancos y negros, los cinco componentes (Howlin’ Pelle, voz; Nicholaus Arson, guitarra; Chris Dangerous, batería; The Johan and Only, bajo; Vigilante Carlstroem, guitarra) dieron un concierto corto. De no haber sido alargado más de la cuenta (hubiesen cabido dos o tres temas más), gracias a la característica labia y el español dicharachero de Pelle, no hubiese cumplido los tiempos impuestos por el festival. Además, daba la impresión de que el Chris Dangerous no podía continuar por mucho más tiempo actuando a causa de una operación de la que se ha estado recuperando todo el año. El batería, que fue sustituido en la gira estadounidense de principio de 2019, se ha reincorporado hace menos de un mes y puede ser causa directa de la corta duración del concierto por cansancio.
Los años pasan, pero parece que para estos suecos de culo inquieto no. Pelle sigue siendo la envidia de todos los cantantes y líderes de banda y consigue llevar el directo a unos límites inalcanzables por la mayoría de formaciones. Un constante acercamiento a los fans con un espectáculo divertido y muy movido y unas canciones pegadizas. The Hives, que no parecen acaparar mucha atención mediática, adelantaron por la derecha a todos los artistas del jueves 11 del Mad Cool y posiblemente sea una de las mejores bandas que se puedan disfrutar estos tres días.
The Hives – Good Samaritan
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