Los talleres de barrio y los que empiezan a abrir sus puertas en los polígonos industriales alrededor de los grandes núcleos urbanos tienen algo claro: la tecnología con la que hoy en día se diseñan los vehículos requiere que, como respuesta, se apueste por ella desde los establecimientos de reparaciones.
Con la llegada de la electrónica y la tecnología a los principales modelos de carretera, los talleres han tenido que adecuar sus instalaciones para dar respuesta a la nueva forma de entender la mecánica.
«Pese a que muchas cosas siguen trabajándose como siempre se ha hecho, es decir, de forma manual y como quien dice a la antigua usanza, hay otras como la diagnosis que ha cambiado por completo la forma de acercarse a las reparaciones. La electrónica, los dispositivos y las ayudas han sido claves para que los talleres tengamos que apostar por innovar y actualizar nuestras instalaciones a las nuevas versiones de la industria», explican desde Brillauto, un taller de mecánica en Girona que presta servicio cerca de algunas de las arterias que comunican con las principales carreteras de la comarca.
¿Cuáles son esos adelantos?
En primer lugar, es casi imprescindible ya que los talleres cuenten con un diagnóstico digital. Conectando la centralita de los vehículos con los ordenadores se puede definir cuáles son los errores que reconoce el sistema y buscar la mejor solución. Es necesario que se cuente con personal formado para poder interpretar los informes detallados.
Las herramientas neumáticas, de medición o incluso elevación se han innovado hasta convertirlas en piezas de gran precisión para el trabajo diario, lo que ayuda a los profesionales a mejorar sus resultados.
La formación debe ser continuada ya que la mecatrónica y electrónica está en continua evolución. Es necesario que los mecánicos se capaciten en las nuevas tecnologías para poder ofrecer un correcto mantenimiento.
«Hoy en día hay algunas herramientas y sistemas permiten a los mecánicos acceder a datos del vehículo a distancia y diagnosticar problemas sin necesidad de que el vehículo esté físicamente en el taller», explican.
Y todo esto sin comentar la cantidad de vehículos que están haciendo su transición hacia sistemas híbridos o eléctricos, lo que supone todo un desafío para la mecánica tradicional.
Todo esto, que está en constante cambio y evolución, hace de los talleres un lugar en el que confiar el buen funcionamiento y optimización de los recursos de cada vehículo.
«Tener un sitio de confianza es clave. Cada vez hay más desplazamientos por carretera y garantizar que los vehículos van a responder correctamente a las demandas del tráfico, de la carretera y de los trayectos es básico para ir seguro detrás del volante», comentan.
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