Puede que el coronavirus haya cambiado nuestras vidas para siempre, pero lo cierto es que hay cosas que ni el letal virus ha logrado cambiar, como es el caso de la operación bikini que año tras año realizan millones de personas para lucir palmito cuando las temperaturas comienzan a subir.
Cierto, este es el momento de mostrar los resultados logrados tras meses sometidos a duros entrenamientos y dietas no siempre saludables, no el momento de pensar en iniciar el proceso de puesta a punto.
Sin embargo, no deja de resultar curioso que año tras año millones de personas se sometan a dietas imposibles para mostrar su mejor cara durante los meses más calurosos de verano y que, cuando estos pasan, se abandonan completamente durante el resto del año, para iniciar nuevamente el proceso tras las fiestas navideñas.
Sin duda, resultaría mucho más efectivo intentar reeducarse, modificar los hábitos alimenticios, practicar actividad física regularmente y aprender a comer de forma saludable en lugar de pasarlas canutas durante los primeros meses del año y no privarse de caprichos durante los últimos.
En cualquier caso, y tal y como apuntan desde Keto Real, un equipo de profesionales que poseen todas las cualidades necesarias para educar y divulgar salud, “hoy es sencillo encontrar cientos de dietas diferentes en la red, no todas igual de eficaces y mucho menos igual de saludables. El método seguido en la dieta Keto tiene como base fundamental enseñar a comer a la par que se logran resultados. La dieta Keto es baja en carbohidratos y cuenta con una mayor cantidad de grasas entre sus ingredientes”.
Pero, ¿cuáles son los beneficios de seguir la dieta Keto?
“Como profesionales de la salud que somos no debemos perder la oportunidad de comentar que lo ideal antes de iniciar una dieta es ponerse en manos de profesionales, pues no siempre las mismas dietas son válidas para todas las personas”.
No obstante lo anterior, “las personas que llevan a cabo la dieta Keto experimentan varios beneficios en su salud, entre los que cabe destacar la mejora de la flora intestinal y del sistema inmune, la reducción de los síntomas de demencia y el deterioro cognitivo. Pero no solo eso, sino que se reducen los triglicéridos en sangre y se eleva el colesterol HDL”.
En cualquier caso, “nuestro consejo es ponerse en manos de profesionales, pues una dieta realizada sin la adecuada supervisión puede poner en riesgo la salud”.
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