Pese a las reticencias iniciales de algunos, finalmente, la sostenibilidad ha logrado hacerse un hueco en nuestras vidas.
Y es que, si bien es cierto que de momento solo se ha ganado una batalla y que queda mucha guerra por librar, el hecho de se hayan creado en nuestro país el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, no hace sino confirmar el compromiso que buena parte de la sociedad siente como propio y que pasa por hacer del mundo un lugar más sostenible y habitable.
Tampoco se debe despreciar el giño que diversos altos cargos de distintos países, entre ellos España, hacen a la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, luciendo en sus solapas un pin que pocos reconocen a simple viste, pues se trata de un anillo subdividido en 17 partes, cada una de un color, que representa los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que contiene la prelada agenda.
En cualquier caso, la conciencia social por el cuidado del planeta ha ido en aumento, obligando a propios y extraños a proporcionar e implementar productos y servicios sostenible como el sistema de climatización que, pese a que a priori puedan llegar a suponer un coste más elevado, a la larga proporcionan un gran ahorro económico, así como la tranquilad de saber que se está haciendo todo lo posible para evitar una contaminación excesiva.
De hecho, mucho se ha hablado durante los últimos meses de la subida en la factura de la luz, una subida que no viene motivada por el elevado coste que suponer producir energía eléctrica, sino por el incremento de la tasa de emisiones gases de efecto invernadero que las empresas productoras deben abonar por la contaminación que generan.
En cualquier caso, lo que está claro es que, si la producción de energía se encarece, la factura que se reciba también lo hará, por lo que lo inteligente será buscar alternativas que permitan disminuir el consumo de energía para, de este modo, contrarrestar esta subida.
Pero, ¿cómo lograr disminuir el consumo de energía y utlizar el sistema de climatización de manera sostenible durante los meses más fríos y más calurosos del año, cuando sistemas de calefacción y aire acondicionado están funcionando a pleno rendimiento?
“La solución es sencilla, pues basta con emplear un sistema de climatización que permita, mediante el intercambio de calor, obtener energía del aire para convertirla en calefacción, refrigeración o agua caliente. Esto, que parece casi una utopía, recibe el nombre de aerotermia y se trata del sistema de climatización más eficiente del mercado, además de tratarse de una energía natural, renovable e inagotable que permitirá hasta un 75% de ahorro en la factura de la luz” comentan desde S.A.C. Clima, especialistas en aire acondicionado, aerotermia, suelo radiante, placas solares, ventilación y extracción.
Sin duda, este es un gran momento para revisar tanto las instalaciones de calefacción como las de refrigeración, y puede que también sea el mejor momento para apostar por un sistema más limpio, eficiente y económico.
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