Inicio LOCAL NUEVA CARTEYA 50 años de un amor que no conoce el ocaso

50 años de un amor que no conoce el ocaso

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Toda efemérides fundacional en cualesquiera de la instituciones que conforma el tejido social, cultural y religioso de Nueva Carteya, es un acontecimiento trascendente que viste de gala y de fiesta a la población cordobesa que vio la luz de su nacimiento en 1822. Es un motivo de orgullo, de satisfacción y de júbilo, de trascendencia, de enhorabuena. Un estímulo para mirar al futuro con alturas de mira y compromiso firme de querer seguir caminando por la misma senda que se ha trazado, seguros de que, en la medida en la que seguimos siendo fieles a nuestras propias tradiciones seremos un pueblo con proyección, con cultura, sólidamente cimentado a pesar de las casi dos siglos de existencia que próximamente celebraremos. Y este año es de alegría porque la Cofradía de María Santísima de los Dolores, la que viste a sus nazarenos de azul del cielo y blanco de pureza, conmemora su 50 Aniversario fundacional, 50 años de una devoción, 50 años de una familia que ha sabido permanecer unida con una impronta original y duradera, abierta y generosa. 50 años de una presencia que no quiere tener fin porque forma parte de una realidad que la sobrepasa, la Semana Santa, y a la que a lo largo del tiempo ha contribuido engrandeciéndola. La Cofradía de los Dolores de Nueva Carteya está de fiesta y también lo debe de estar todo el pueblo, festejándolo con un extenso programa de actos culturales que tanto se echan en falta en el mundillo cofrade de la localidad.

La preciosa Niña, alhelí florecido del Horquera, que cada Jueves Santo corona la noche deslumbrándola con la luz de su belleza tan joven y tan pura, es ahora con más fuerza arropada por el cariño sincero de sus hijos que han crecido a su amparo. Muchos desde el Cielo la contemplan en su rostro más hermoso, recreándose y ensimismándose en él, y los que aún por aquí peregrinamos, nos acurrucamos en su tiernos brazos de Madre para recostarnos y dormir y descansar y sentirnos queridos. La Reina del Jueves Santo carteyano, su Reina y Señora, la que aglutinó junto a sí a un montón de almas buenas y nobles, corona la Semana de Pasión y el año que resta. Lo hace con su gracia y con su duende, con su aroma de nardos y flores bellas que se mecen al son de los Campanilleros que en la noche convierten sus melodías en los cantos angelicales que mitigan el dolor de la Madre que ve al Hijo que se entrega. Joaquín Porras, que es su pregonero, sabrá muy bien ensalzar a su Señora, sabrá mimarla, sabrá cantarla, sabrá darle voz a una Cofradía ya adulta que tiene mucho que decir y hacer en pos de una celebración cristiana que, enraizada en la idiosincrasia del pueblo, tiene aún que continuar trabajando y luchando en pos de afianzarse bien en la vida del misma para ahora y para siempre. 50 años es la edad de una vida adulta, ni joven ni vieja, con aromas siempre frescos y alegres, entrañables, ramillete de gardenias, de vida y de esperanza. 50 años para continuar adelante, por el mismo camino que otros trazaron, sin desviarnos ni a izquierda ni a derecha, siempre de frente, con la mirada en la Señora, con la mirada en la Madre. Siempre de frente, manteniendo la cadencia y el compás, el espíritu y la esencia; siempre amada y siempre venerada, siempre forjando, siempre deslumbrando, siempre haciendo familia, siempre reinando.

La Semana Santa de Nueva Carteya, en su totalidad, debe sentirse festiva porque la Cofradía de María Santísima de los Dolores celebra su 50 años fundacionales. 50 de años de gloria, 50 latidos de un corazón que ha palpitado y palpita al mismo tiempo. ¡Enhorabuena a la Cofradía! ¡Enhorabuena a todos los carteyanos!

 

Foto: Brian Bujalance/InfoDiario

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