Home LA MIRILLA «La Mística de la Feminidad», la obra que toda feminista debería leer

«La Mística de la Feminidad», la obra que toda feminista debería leer

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Imagen de Pabak Sarkar

Desde la década de 1960, el feminismo se ha ido abriendo paso en la política otorgándole a las mujeres los derechos y libertades que les correspondían como ciudadanas, equiparando sus privilegios y responsabilidades a las de los varones y adquiriendo así paulatinamente un mayor protagonismo en la vida pública. A partir de los años 90, las mujeres comenzaron a ocupar puestos de poder, actualmente en los parlamentos nacionales como en los países del norte de Europa (Suecia, Finlandia y Noruega) con más del 40%, siguiéndoles de cerca España, Francia y Bélgica, que no alcanzan el 40%. Sin embargo, existen aún gran cantidad de países con un índice de desigualdad de género bastante elevado, encontrándose principalmente en América Latina, Oriente Medio, África y Asia.

Cabe preguntarse ¿cómo ha llegado la mujer a alcanzar esta relativa igualdad? ¿Cómo ha pasado de ser una ama de casa y madre a tiempo completo a ocupar, en buena parte de los países desarrollados, un puesto de trabajo compatibilizándolo con la vida privada?

Betty Friedman

La respuesta a estas preguntas es La Mística de la Feminidad, obra de la feminista Betty Friedan publicada en Estados Unidos en 1963. Descendiente de inmigrantes judíos de Europa Central trasladados a los Estados Unidos, Friedan nació en Peoria (Illinois) en 1921 y estudió psicología y sociología en el Smith College en Northampton (Massachusetts). Tras graduarse en 1942, comenzó su carrera de investigación en la Universidad de Berkeley. Al poco tiempo, se trasladó a Nueva York donde trabajó como reportera y comenzó su activismo vinculado al sindicalismo y al trabajo femenino. Con su segundo embarazo se vio forzada a abandonar su empleo, dedicándose a escribir en revistas dirigidas a mujeres de clase media. Dichos artículos se transformaron en la base de su obra La Mística de la Feminidad, la cual se convirtió en la base teórica de la tercera ola feminista. 

En 1963 escribió su mayor obra, siendo la primera investigación en Estados Unidos sobre la construcción social y cultural de la feminidad. Con una primera impresión de 3.000 ejemplares, puesto que ningún editor se atrevía a imprimir dicho contenido, Friedan comenzó a reivindicar esa “mística” de la feminidad, es decir, ese problema que sufrían todas las mujeres y que no tenía nombre: el sentimiento de vacío que sufrían por la falta de metas, objetivos y propósitos en sus vidas dedicadas única y exclusivamente al hogar y a la crianza de sus hijos generaba infelicidad. 

Buena parte de las mujeres de clase media de la década de 1940 y 1950 poseían una cada vez más amplia formación que se veía entorpecida por su destino como mujer, el socialmente establecido. Friedan defendía que la única forma de descubrirse como individuo era a través de su propio trabajo creador y, puesto que las mujeres eran privadas de poder desarrollar una vida laboral y profesional, muchas de ellas vivían una vida vacía. La forma de mantener este sistema y a la mujer en el hogar era a través de las revistas femeninas, que eran edulcoradas y presentadas como la vida ideal de la mujer y como una fantasía. Muchas de ellas eran víctimas de depresión, suicidio o alcoholismo, entre otros problemas psicológicos, al desconocer el por qué eran infelices.

«Había una clara discrepancia entre la realidad de nuestras vidas como mujeres y la imagen de ama de casa a la que intentábamos adaptarnos, esa imagen la he llamado la mística femenina» – Betty Friedan

Tras el éxito de la primera impresión, la autora lanzó una segunda e incluso tercera edición con 60.000 y 2.000.000 de ejemplares respectivamente. Las mujeres escribieron a la autora reconociendo el “problema” y su disposición a enfrentarse al mismo. La Mística de la Feminidad suponía un rechazo a esas “fantasías”, a la publicidad y a la consideración de que ser ama de casa era una carrera o un destino para la mujer. La obra tomaba como base de estudio a la sociedad norteamericana, aunque esas mismas características se daban en su más amplia mayoría en todo Occidente, de aquí la razón de su gigantesco éxito. Sorprendentemente, la obra llegó a España en 1965 a pesar de que las mujeres vivían bajo el yugo de la dictadura franquista.

Como consecuencia del éxito de su obra, Friedan dio un paso más allá y escribió la “declaración de intenciones”, que promovía un nuevo movimiento hacia la igualdad real para las mujeres y la colaboración entre ambos sexos para la obtención de la plena participación de las mujeres en la sociedad al igual que el ejercicio de todos los privilegios. Con ella nació la NOW (National Organization of Women) que buscaba la creación de nuevas instituciones sociales que defendiesen la igualdad, obligando así al Estado a velar por el cumplimiento real de las leyes americanas y la propia Constitución, que ya defendían en la teoría la igualdad de género. 

La declaración de intenciones de NOW proponía la eliminación de la falsa imagen de las mujeres establecida en la sociedad, en los medios de comunicación, en los textos, en las leyes e instituciones y crear una “nueva imagen de la mujer” junto con los hombres a través de esta misma organización. Esa “nueva mujer” sería profesional, liberada y pública al tener las mismas oportunidades que el hombre y la misma participación que este en la vida pública.

Esta corriente feminista y este movimiento se extendieron en la década de los años 70 en el contexto de la contracultura americana y el movimiento hippie extendiéndose al mismo tiempo por Europa, gracias igualmente a la obra de Simone de Beauvoir, El segundo sexo, ambas iniciadoras de la tercera ola feminista. En España coincidió con el final de la dictadura franquista y la Transición política hacia una democracia. La toma de conciencia por parte de las mujeres españolas quedó plasmado en la Constitución de 1978 que señala en su artículo 14: “los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Aunque esta igualdad no sería puesta en práctica como es sabido.

A partir de la década de 1970 se produjo el proceso de ratificación de la Enmienda de Igualdad de Derechos (ERA) con el fin de poner fin a las desigualdades entre sexos. Fue el Movimiento de Liberación de la Mujer. Betty Friedan se situó al frente del movimiento junto con otras importantes feministas como Shirley Chisholm (congresista), Bella Abzug (abogada) o Gloria Steinem (periodista), con el fin de promover la ratificación de la enmienda en los distintos estados. Para finales de la década, faltaban por ratificar tres estados y, a pesar de la gran lucha, no terminó por ratificarse.

Entrando ya el siglo XXI, la ERA terminó por ratificarse en 2017 en Nevada, en 2018 en Illinois y finalmente en 2020 en Virginia. La Enmienda de Igualdad de Derechos terminó por ratificarse en este siglo, lo que hace evidente la dificultad existente de las mujeres para lograr un trato igualitario al de los hombres además del largo camino que queda por recorrer hasta obtener la igualdad real, en la práctica. 

Como se ha pretendido destacar en este artículo, la obra La Mística de la Feminidad ha supuesto un antes y un después en la historia del feminismo, sirviendo como fundamento teórico de la tercera ola y motivadora del Movimiento de Liberación de la Mujer, ha servido para llevar a cabo el despertar de la mujer encerrada en el hogar y sugestionada por los estereotipos sociales de una mujer ideal. Sin embargo, es curioso resaltar que actualmente se niegue esta evidencia y el progreso de la mujer en la historia presente con el surgimiento de partidos políticos que rechazan en rotundo el feminismo e ideologías que promueven el machismo o la misoginia. 

El discurso de odio y el rechazo a cualquier avance en materia de derechos humanos está a la orden del día, siendo el iniciador de este movimiento Donald Trump, que con su discurso misógino cargado de odio, ha generado que en multitud de países hayan surgido corrientes de extrema derecha que niegan los logros alcanzados por el feminismo y defiendan los valores y roles tradicionales, como es el caso de Vox en España, Liga Norte en Italia, Alternativa para Alemania en Alemania, Partido de la Libertad de Austria en Austria o Agrupación Nacional en Francia, que cuentan con cierta representación parlamentaria. 

Es evidente la necesidad del movimiento feminista en la actualidad, puesto que siguen siendo muchas las mujeres que siguen sin tener los mismos derechos que los hombres, que son convertidas en objetos o su trabajo es desprestigiado e incluso olvidado por razón de su sexo. El camino recorrido por las mujeres desde la publicación de la obra de Friedan ha sido enorme aunque la violencia de género es la evidencia del camino que aún queda por recorrer.

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