La aerolínea irlandesa de bajo coste no va a permitir más viajar con equipaje de mano de forma gratuita a partir del día 1 de noviembre. Con la anterior política de equipajes implantada en enero, todos los bultos de mano de menos de 10 kilos eran facturados gratis y si se querían subir a cabina había que pagar para ello.
Ryanair estrena nueva política de equipajes. A partir de este jueves pasado, sólo se puede subir gratuitamente en cabina aquel equipaje de mano (bolso, maletín, mochila pequeña, etc.) que quepa “debajo del asiento delantero”. Según la compañía, a estos bultos de mano se les aplica un “nuevo tamaño más grande” de un máximo de 25 centímetros de alto, 40 de ancho y 20 centímetros de largo. Hasta ahora, la clásica maleta de cabina tenía unas dimensiones de 55x40x20 centímetros. Así pues, aquellos pasajeros que viajen con más equipaje o con equipaje más grande, es decir, la gran mayoría; tendrán dos opciones.
La primera opción es adquirir el pase prioritario (priority) que, además de tener una fila de embarque separada, permite subir en cabina el bulto personal y, en adición, una maleta de 10 kilos de peso máximo en el compartimento de cabina. Si el servicio se contrata en el momento de la compra del vuelo el coste es de seis euros por billete y, si se contrata una vez comprado el coste es de ocho euros.
La segunda opción es facturar el bulto de máximo 10 kilos. La maleta se entrega en el mostrador de facturación y se recoge en las cintas de equipajes del aeropuerto de llegada. El coste de esta opción es de ocho euros por billete en caso de contratarlo cuando se compre el billete o de diez euros si se contrata con posterioridad. Este servicio se puede adquirir hasta 40 minutos antes de la hora de salida.
Si el viajero olvida contratar uno de estos dos servicios y llega a la puerta de embarque con un bulto de dimensiones mayores a las permitidas se verá obligado a pagar 25 euros para facturar la maleta.
La gracia de la nueva política reside en que el pase prioritario es dos euros más barato que el de facturación y, además, el priority es limitado a 95 pasajeros, la mitad del avión. Por tanto, cuando se acabe el servicio prioritario, la otra mitad del avión se verá obligada a facturar su maleta y pagar más. Ryanair justifica ésta como una medida para “reducir los retrasos en los vuelos y abaratar el coste del equipaje facturado”, nunca para ganar más dinero. En contraste, los datos financieros de la compañía irlandesa no indican lo mismo. Con el último cambio en su política de equipajes de enero la empresa vio cómo sus ingresos complementarios (ventas a bordo, recargo por equipaje y embarque prioritario) en el primer semestre del año se disparaban un 27%.
Puedes revisar la nueva política de equipajes aquí.