Un 2 de mayo de 1519 moría en Francia uno de los mayores artistas que ha concebido la historia del arte. Leonardo Da Vinci fue pintor, anatomista, arquitecto, escultor, paleontólogo, científico y se ocupó con múltiples más profesiones y campos del conocimiento. Siendo su legado más importante el pictórico, aquí se muestran cinco de sus obras más importantes:
Hombre de Vitruvio
Hacia 1487, Leonardo esbozó un dibujo en tinta sobre papel dos figuras masculinas con brazos y piernas estiradas enmarcado en un círculo y un cuadrado. En relación con la faceta de inventor y científico del artista, esta obra presenta un estudio sobre los cánones de las proporciones humanas, sobre las reglas que rigen las distintas medidas del cuerpo humano y su relación con la armonía y la belleza del mismo. Para ello se basa en las proporciones que exponía en su obra el arquitecto romano Marco Vitruvio Polión. Las notas que aparecen junto al dibujo están escritas de forma especular, es decir, deben leerse con un espejo.
La última cena
Se trata de una pintura que realizó da Vinci entre 1493 y 1498 mezclando técnicas del temple y óleo sobre un muro, lo que compromete en gran medida su conservación. La obra representa, como su propio nombre indica, la última cena entre Jesús, que se encuentra en el punto de fuga de la composición, y sus 12 apóstoles.
La Mona Lisa
La obra también conocida como La Gioconda es un óleo sobre madera pintado entre 1503 y 1506. Según el pintor y biógrafo de la época Giorgio Vasari, especializado en el Renacimiento italiano, la mujer retratada se trata de la esposa de Franceso de Giocondo. Más allá de las numerosas teorías y especulaciones, la verdadera importancia está en el uso primigenio de la perspectiva atmosférica, que seguirán desarrollando posteriormente los artistas barrocos y, en especial, Velázquez. Esta técnica permite aportar profundidad a la obra difuminando progresivamente el fondo cuanto más se aleja la imagen.
La Virgen de las rocas
En este óleo sobre madera que data de 1485, de nuevo Leonardo acude a su sfumato para aportar a la obra esa perspectiva atmosférica tan característica. En la composición se trata un tema inédito: San Juan niño adora a Jesús en presencia de la Virgen y un ángel. El artista florentino también deja entrever un juego de luces y sombras, la técnica del claroscuro, que luego será explotada en el Barroco.
Salvator Mundi
Se trata de la única obra de da Vinci en manos privadas y se subasto por 450 millones de dólares, convirtiéndose en la obra más cara de la historia. En la pintura se muestra a un Cristo que recuerda a los pantocrátor del arte románico con su mano derecha en alto bendiciendo y en la derecha sosteniendo una esfera cristalina. A día de hoy no se conoce el paradero de la pintura ni quién compró el cuadro.
