La vuelta del rockero era más que esperada en Madrid, donde se había colgado el cartel de «entradas agotadas» incluso antes del lanzamiento de su último álbum Nuclear, como un voto de confianza a ciegas. La ciudad que lo ha visto crecer, lo recibió de nuevo con los brazos abiertos tras una larga espera en plena ola de calor. Por segunda noche consecutiva, el tradicional Palacio de los Deportes se encontraba a revosar. Leiva reconoció sentirse muy acompañado esa noche de domingo por familia y amigos, entre los que se encontraba Joaquín Sabina, que tomaba un wisky junto al escenario.
Pasadas las nueve de la noche, la Leiband al completo irrumpía en el escenario al son de Expertos. En esta ocasión, Leiva aparecía acompañado de su hermano Juancho, integrante del grupo Sidecars, quien se desenvolvió a la perfección a la guitarra. Se pudo apreciar una clara apuesta por el acompañamiento visual, que no se limitaba al juego de luces, sino que diferentes vídeos se sucedían y cargaban de mayor sentido aún cada una de sus letras. El público al completo coreaba cada uno de los versos, desde La lluvia en los zapatos a Sincercidio. Sin embargo, la esencia de banda de barrio demostró mantenerse intacta en temas algo más descarados como Lobos o Guerra Mundial.
Leiva nunca deja indiferente, quedándose solo en el escenario, a oscuras, únicamente alumbrado por un foco y acompañado de su guitarra, cantó Vis a vis conmocionando a todos los allí presentes. El madrileño no dudo en tocar la fibra sensible con temas como Miedo o En el espacio, así como una increíble interpretación de Godzilla junto a la mexicana Ximena Sariñana. No obstante, como cada uno de sus espectáculos, demostró ser una celebración por todo lo alto, aumentando los decibelios del estadio con Como si fueras a morir mañana y Terriblemente cruel o los grandes temas de su antigua banda Pereza, Estrella Polar o Como lo tienes tú.
El broche final del concierto fue la esperada Lady Madrid, que es ya considerada casi un himno en la capital. Leiva se despedía emocionado y agradecido una noche más, en el momento más álgido de su carrera, entre una multitud que aplaudía y coreaba su nombre, a la espera del próximo encuentro.
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Imagen: Noelia Casado (InfoDiario.es)
