La granadina Mar Roldán y el segoviano Juan Maroto se despiden, al menos temporalmente, de la obra teatral ¡Ay, Carmela! del dramaturgo José Sanchís Sinisterra el próximo viernes 28 de mayo en el Teatro Off Latina de Madrid tras cuatro años realizando funciones por distintas zonas de España.
«La primera vez que leímos ¡Ay, Carmela! fue en 2014 cuando estudiábamos primero de interpretación», comentan a InfoDiario. Este texto es para ellos “muy especial” no solo por el tiempo que llevan preparándolo y trabajándolo sino porque “gracias a sus personajes, hemos crecido personal y profesionalmente”.
Los personajes en los que se encarnan, Carmela y Paulino, son una pareja amorosa y profesional que actúan con espectáculos en la España republicana por distintos puntos del país. Sin quererlo, entran en territorio de los sublevados, convirtiéndose en prisioneros. Allí les ordenan preparar un espectáculo de burla contra los ideales republicanos para un público conformado por brigadistas internacionales que serán asesinados más tarde.
Carmela se indigna por la situación, se rebela durante la función y acaba fusilada por el ejército. Paulino se queda solo y Carmela se le aparece constantemente como si no hubiera fallecido en una obra que alterna los momentos previos a la función, la obra de teatro frente a los prisioneros y el ejército y la aparición de Carmela tras su fusilamiento en una estructura no lineal.
Mar Roldán y Juan Maroto se meten en el papel de Carmela y Paulino en un Teatro Off Latina en la que los asientos parecen estar hechos a medida para la obra y los espectadores son el público de su función. La granadina cautiva con su desparpajo y su arte y el magnético Maroto transporta al momento “guerracivilista” en un escenario minimalista que no necesita más para recordar una época de odio, bandos y trincheras que no fue tan lejana.
Tanto Roldán como Maroto consideran importante transimitir el mensaje de esta obra, «en la necesidad de no olvidar, de recordar y dar voz a Carmela y Paulino y a su historia, como la de tantos otros”. Con ¡Ay, Carmela! han recorrido Fuente Vaqueros y Víznar, los pueblos donde Lorca nació y donde lo asesinaron. Además, han estado en Granada, Madrid, pueblos de Segovia y Valladolid.
El ambiente intimista, entregador y bien organizado consigue no perder el hilo en una obra donde los saltos abundan, aunque para ello es necesario estar atento. Sin lugar a duda, forman un tándem perfecto y por eso se entiende que lleven con ¡Ay, Carmela! desde que se graduaron por la escuela de arte dramático.
Por el momento no tienen pensado realizar más pases en Madrid tras la que será su última función el 28 de mayo, pero sí les gustaría llevar la obra por los pueblos, “porque tiene gran acogida y el público conecta mucho con los personajes y con el mensaje de la obra”.
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