Maradona permanecerá ingresado en la Clínica Olivos, donde el pasado martes fue sometido a una intervención para eliminar un hematoma subdural, al presentar un “cuadro de abstinencia” ligado a un consumo constante de sustancias durante toda su vida.
Así lo reconocía su médico personal, Leopoldo Luque: “en el contexto del postoperatorio de Diego aparecieron síntomas de abstinencia y, a su vez, también surgieron parámetros que nos parecieron importantes regular como el descanso y el apetito y del ánimo. Son ajustes por los que se tienen que quedar unos días más internado”.
LAS FIRMES DECLARACIONES MÉDICAS DE ALFREDO CAHE
Alfredo Cahe, médico personal de Maradona entre 1977 y 2007, comentó: «Veo a Diego con preocupación. Hay que evaluar todo lo que tiene, no sólo el hematoma. De esto sale, no tendrá secuelas. Se supone que se rehabilitará” y advirtió que: “va a tener que cambiar un poco su filosofía de vida«.
El histórico médico del Pelusa se mostraba firme en su análisis de la situación del exfutbolista: «El futuro de Diego es una incógnita. Solo puedo decir que tiene que estar cerca de sus hijas. Diego hace años dejó de consumir. Su adición cercana es el alcohol y ansiolíticos. Hoy él tiene que entender que Luque le salvó la vida. No puede irse así como así de la clínica».
Además, Cahe sembró cierta preocupación sobre la salud del astro al declarar: «Así como está Diego, es inmanejable. Está como cuando yo lo llevé a Cuba», aunque posteriormente retiró estas afirmaciones. En TyC Sports (canal deportivo argentino), el médico se mostró tajante: «Se tiene que alejar del alcohol. Es difícil porque cambió la droga por el alcohol, y se va deteriorando cada vez más. Hay que tomar el toro por las astas y ponernos firmes«. En esa misma línea, Cahe agregó: «Diego necesita asistencia permanente. Hay que convencer a Diego de seguir un tratamiento. Diego no es consciente de lo que le pasó y debe limpiar su organismo inmediatamente. El alcohol también es una droga muy fuerte«.
ANTECEDENTES
El pasado viernes, cuando el astro argentino cumplía 60 años, tuvo que abandonar el banquillo del estadio del Gimnasia y Esgrima la Plata, equipo del que es entrenador en la actualidad, desmejorado y con problemas de movilidad. El lunes, el Pelusa fue ingresado en una clínica de La Plata por anemia, deshidratación y un “bajón anímico”. Sin embargo, tras una tomografía, se le detectó un hematoma subdural. Al día siguiente, fue trasladado a la Clínica Olivos (La Plata, norte de Buenos Aires) para ser intervenido por Leopoldo Luque, su médico personal y experto en cirugía cerebral, y el neurocirujano Pablo Rubino. Ahora, pese a las declaraciones de Luque, que transmitía que la intervención había sido ejecutada con éxito, el último parte médico del jueves revelaba que el exfutbolista padece síndrome de abstinencia, por lo que seguirá internado varios días más.
PROBLEMAS Y POLÉMICAS DE LA VIDA DE MARADONA
El nuevo episodio de adicción, en este caso vinculado con el alcohol, no supone un caso aislado en la vida del exfutbolista. La vida de Maradona ha sido bastante problemática y polémica en todos los aspectos, incluido en lo que al consumo de sustancias se refiere no es la primera vez que es ingresado.
El astro argentino se trasladó a Nápoles tras agredir Miguel Ángel Sola (entonces jugador del Athletic Club), en la Copa del Rey de 1984, hecho por el cual la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) lo suspendió durante tres meses. Ya en 1991, la policía y la justicia italiana investigaron su posible vinculación con redes de narcotráfico y prostitución, pudiendo llegar incluso a estar relacionado con la Camorra. Además, al dar positivo en cocaína, la Federación Italiana le sancionó con 15 meses lejos del fútbol.
Cumplida la sanción de la Federación Italiana, fue detenido y arrestado en Argentina tras un registro policial a su casa de Buenos Aires, en la que se encontró cocaína. Pese a quedar en libertad tras pagar una fianza, tuvo que someterse a un tratamiento de rehabilitación. Aun así, en 1994 dio positivo por dopaje en el Mundial de EE.UU., en un análisis en el que se detectaron hasta cinco sustancias prohibidas. Tras este episodio, tuvo que dejar la selección Argentina y fue suspendido otros 15 meses. Años más tarde, la World Anti-Doping Agency (WADA) declaró que la cantidad de sustancias que injirió no era suficiente para considerarse dopaje.
Además, también estuvo involucrado en un escándalo en 1992, cuando la justicia italiana dictaminó que era el padre del hijo de Cristina Sinagra, una mujer que conoció mientras jugaba en el Nápoles. Ella aseguraba que el hijo era de Maradona, pero él lo negaba, rechazando hacerse las pruebas de ADN hasta en tres ocasiones.
Tras retirarse del fútbol, tuvo varios episodios de problemas con las drogas e intentos de rehabilitación. En el año 2000, fue ingresado por una sobredosis de cocaína en Punta del Este, y días más tarde se instaló en Cuba para comenzar un tratamiento de rehabilitación. En este país, entabló amistad con Fidel Castro, y protagonizó otro escándalo al ser fotografiado en una orgía, desnudo y bajo los efectos de los estupefacientes. Desde Cuba, tuvo que volar a argentina para ser hospitalizado por una crisis hipertensiva.
Al margen de las cuestiones de salud, cuyo historial es bastante complejo, también ha protagonizado escenas de agresiones, empezando por la de Miguel Sola. Además, fue condenado a prisión dos años por agredir a un grupo de periodistas y fotógrafos con un rifle de aire comprimido en Buenos Aires, aunque la condena quedó en suspenso. También constan en su historial una agresión a Miss Bora, en Polinesia, a la que le rompió un vaso en la cabeza tras un enfrentamiento que esta tuvo con su hija Gianna; otra agresión a un periodista en 2009 por la que la FIFA le suspendió durante meses; una patada en la mano a un fan en Dubái (2011), cuando este se metió en una fotografía que se estaba haciendo el exfutbolista; e, incluso, una denuncia de su pareja Rocío Oliva en 2014, después de la cual siguieron juntos, y con la que tuvo una fuerte discusión en 2017 en un hotel de Madrid, que acabó con la llegada de la policía, y tras la que ninguno de los dos, sin embargo, presentó cargos.
Con todo, Maradona es más que un ídolo en Argentina y en muchas partes del mundo. No solo es considerado por muchos expertos, críticos de fútbol, ex futbolistas, futbolistas activos y aficionados al fútbol como el mejor jugador de todos los tiempos, sino que, además, lo envuelve un fenómeno fan que desemboca incluso en la “fundación” de su propia “Iglesia” la Iglesia maradoniana.
MARADONA “ES UNA PERSONA MUY DIFÍCIL”
Luque ha asegurado que Maradona “es una persona muy difícil” pero que necesita “muchos cuidados” para poder mejorar de salud. «Creo que esta es la primera vez o una de las pocas veces que se le dice que no a Diego. Yo creo que necesita muchos cuidados, todos sabemos que Diego necesita muchos cuidados», señaló este viernes en declaraciones a la prensa.
El médico dijo que el exfutbolista está sedado para «calmar» el proceso de abstinencia, aunque no dio más detalles sobre el mismo. «Se me ha criticado y se le ha criticado la atención médica a Diego. Lo que más quise siempre desde que lo conocí es brindarle la mejor atención, pero Diego es muy difícil, muy difícil, no se imagina lo que es Diego, pero en esta oportunidad había que ser o intentar, estamos intentando ser más fuerte que él», sentenció.
En su encuentro con los periodistas durante la noche del jueves, Luque adelantó que Maradona «está de acuerdo» con el diagnóstico. El exfutbolista sostiene que no consume cocaína, aunque algunas fuentes de su círculo íntimo declaran que sí es adicto al alcohol.
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