La leche A2 tiene como principal diferenciador facilitar una digestión más ligera que la leche convencional. Esto se debe a uno de sus componentes, la caseína. La leche de vaca puede tener tres tipos de caseína, denominados alfa, Beta y kapa. Concretamente, la caseína Beta puede ser a su vez de 5 tipos: A1, A2, B, C y A3. La diferencia de cada uno de estos tipos son las moléculas que tiene la leche, que varían en función de la propia genética de las vacas.
La leche de tipo A2 no es un «invento de ahora». Lo cierto es que antiguamente, las vacas sólo producían leche con el tipo de caseína A2. Una mutación celular que se produjo en Europa hace unos 100.000 años hizo que las vacas comenzaran a producir por regla general la proteína caseína de tipo A1.
Caseína A1
Lo cierto es que la caseína A1 tiene también sus beneficios, pero se trata especialmente de beneficios económicos para los ganaderos. Las vacas que producen leche con beta caseína A1 son más rentables. Producen una mayor cantidad de leche, por lo que las hacen las «preferidas» para muchas ganaderías por su productividad. Esto fue lo que hizo que se convirtieran en las vacas mayoritarias del sector lechero a nivel mundial.
Esa mutación que se dio en las vacas, que pasaron de producir la beta caseína A2 a la A1, fue una modificación que no se dio en otros animales productores de leche, como en las ovejas y las cabras. La leche producida por estos mamíferos siempre ha contenido la misma proteína: A2.
Las principales razas de vaca que, al menos en Europa, son productoras de este tipo de leche son la Guernsey, Jersey y Pardo Suizo.
La vuelta a la A2
La apuesta por la comercialización de leche tipo A2 comienza hace unos 15 años. Fue la compañía lechera The A2 Milk Company, una empresa neozelandesa pionera en la apuesta por este tipo de leche y sus propiedades, de una fácil digestión, que acaba con uno de los «principales obstáculos» a los que se enfrentaba la industria de la leche de vaca, un mayor porcentaje de consumidores que rechazaban la leche de origen vacuno por los problemas estomacales que esta le produce.
En los últimos años, las grandes compañías lácteas a nivel mundial intentan subirse al carro de la producción y comercialización de la leche A2: Fonterra, Nestlé o Danone trabajan ya con este producto, tanto en su forma de comercialización como leche líquida como para la fabricación de productos lácteos para el público infantil.
La leche que las grandes compañías no querían producir
Según declara el investigador neozelandés Keith Woodford, grandes empresas lácteas, especialmente Fonterra, pelearon durante años contra la leche A2, porque lo veían como una amenaza más que como una oportunidad.
Hasta 2018 Fonterra no lanzó sus productos lácteos A2. Ese cambio de postura llevó también a Nestlé y Danone a apostar por la leche A2.
Además, Woodford hace hincapié en sus investigaciones en que los beneficios de la leche A2 no es tan sólo una mayor facilidad en la digestión. Aporta también mayores beneficios al sistema inmunológico, y además ayuda a reducir la presencia del aminoácido BCM-7 en el proceso digestivo. Un aminoácido que muchos tachan de perjudicial para la salud al tener una mayor probabilidad de provocar efectos inflamatorios e inmunológicos diversos.
El mercado gallego de la leche A2
La empresa con marca comercial Deleite, sociedad ganadera Leite Noso, lleva trabajando ya varios años con el proceso de producción y comercialización de la leche A2.
Lo cierto es que la leche A2 puede ser incluso más rentable. Este tipo de leche cobra una prima adicional de 5 céntimos más que la leche convencional. Por eso, la compañía gallega Deleite está trabajando en una campaña de marketing que pretende lanzar a nivel español.
La marca prevé que sus ingresos aumentarán, ya que el precio al que se venderá la leche será «precio premium«, del mismo modo que ocurre internacionalmente con la leche de beta caseína A2. En muchos países, este tipo de leche alcanza un precio un 50% superior a las principales marcas de leche convencional.
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