Durante los próximos nueve meses, la capital de Francia revivirá una de sus peores noches: la del 13 de noviembre de 2015, cuando el país sufrió un atentado terrorista. Está considerado como la peor masacre en suelo francés desde la Segunda Guerra Mundial. El proceso judicial dio comienzo el pasado miércoles 8 en una sala construida únicamente para este juicio en el Palacio de Justicia de París. Se juzgará a Salah Abdeslam, el único yihadista con vida, y a 19 cómplices.
Aquella noche de noviembre fueron asesinadas 130 personas a manos de varios comandos yihadistas. Los ataques consistieron en cinco tiroteos contra terrazas de bares y restaurantes, además del tiroteo con rehenes en la sala Bataclan y varias explosiones. Durante los próximos meses podrán declarar las 1800 víctimas y los 330 abogados acusados y acusadores para depurar responsabilidades sobre el atentado.
El macrojuicio empezó con 45 minutos de retraso. De los acusados, había 14 presentes: 11 detenidos y 3 en libertad vigilada. Los otros 6 serán juzgados en ausencia, pues se sospecha que habrían fallecido en la zona sirio-iraquí donde se estableció el Daesh.
Una vez entró en la sala el principal acusado, Salah Abdeslam, todas las miradas se dirigieron a él. El franco-marroquí de 31 años estaba sentado lejos de los demás acusados y tras un cristal antibalas. El presidente del tribunal, Jean-Louis Périès, quería confirmar algunos datos personales como procedimiento rutinario antes de empezar con el juicio. Sin embargo, cuando Abdeslam tuvo la palabra, aprovechó para reconocer que es combatiente del Estado Islámico y que «lo dejó todo» para dedicarse exclusivamente a eso.
El yihadista también explicó, de forma desafiante, que «no hay más dios que Alá y que Mahoma es su profeta”, a lo que Périès contestó «eso lo veremos más tarde». Tras una pausa debido a que uno de los acusados se encontraba indispuesto, Abdeslam volvió a interrumpir para explicar que «se están tratando a los presos como perros». El interrogatorio de Abdeslam está programado para mediados de enero.
Los abogados de las víctimas consideraron las palabras del yihadista como «una provocación». También explicaron que este proceso será traumático para las víctimas, pues deben revivir lo ocurrido. Calixte, un parisino que salió indemne, declaró que «jamás podré pasar página». El atentado “me ha cambiado la vida, mi relación con otras personas, tengo miedo de confiar, de coger el metro”. “Siempre vamos a vivir con esto”, corroboraba Thierry, quien se encontraba en la sala Bataclan cuando el comando irrumpió.
El lunes 13 de septiembre están previstas las primeras declaraciones de los testigos. Se han tardado más de cinco años en realizar la construcción del atentado de Bataclan y se ha presentado un resumen del sumario, el cual está compuesto por 542 tomos y más de un millón de páginas. El juicio, que se celebra en el Palacio de Justicia, está declarado de alto riesgo. Por otra parte, mientras dure el proceso, la alerta por riesgo de atentado será mayor.
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