Gala Diakonova vivía en un cuarto muy pequeño en Cadaqués. Tenía mucho recorrido en circuitos culturales elitistas de Europa. Salvador Dalí era un pintor aún sin repercusión. Gala era diez años más mayor que Dalí, su segundo marido, quien la amó hasta el día de su muerte. Fue su inspiración. Gala introdujo la obra de Dalí en Europa. Dalí pintaba, Gala le ayudaba creativamente. De hecho, el artista acabó firmando sus «mejores historias» como Gala Dalí. Esta maravillosa decisión del pintor por reconocer a su musa con el derecho de autor que le correspondía animó a Beatriz Luengo a contar las doce historias que presenta en su primer libro, El despertar de las musas.
La cantante lleva ya varias horas de promoción cuando se sienta a hablar con InfoDiario.es en el hotel Bastardo de Madrid, que se convirtió, durante la mañana, en una redacción. Sonriente y concentrada, pero con ganas, eso sí, de tener un poco de tiempo para ella, Beatriz Luengo se dispone, segura, con labios rojos y retocándose el maquillaje, a contar lo injusto que fue que Mileva Maric pusiera la primera semilla de la teoría de la relatividad en su tesis, y que Albert Einstein, su marido, se llevara el premio Nobel por ello, sin reconocer el trabajo de su esposa. Pero si hay algo que, asegura, le entristece, es que «Einstein es el genio de los genios y a Mileva no hay nadie que la conozca». Con esa motivación, explica, escribió el libro, «para que se conozcan estas historias de impacto, impresionantes».
«Soy una mujer en un proceso constante de evolución»
Beatriz Luengo podría haberse quedado repitiendo su primer éxito toda la vida. Quizá hoy, reflexiona, seguiría en el mismo lugar. Pero decidió viajar a Francia. Consiguió ser número uno en ventas con su primer trabajo en ese país, y después lo fue en diez países de Europa más. No conforme con eso, se marchó a Estados Unidos y ha estado ocho veces nominada a los Grammy por sus composiciones y por sus canciones. Su meta es evolucionar. «Soy una mujer en un proceso constante de evolución. Me pongo las metas, las trabajo y me preparo para ellas. Las enfrento con respeto y con mucha seriedad, y me lanzo a la piscina. Evoluciono a través de todos los pasos que voy dando». Y eso ha hecho. Porque Beatriz, Bea, es compositora, cantante, actriz, bailarina, ha ganado un Grammy y tiene su propia escuela de danza, pero ahora también cuenta la historia de Nannerl, de María Magdalena, de Waris Dirie, de Valentina. Ahora «saca de la sombra» a estas doce mujeres que en su momento no fueron reconocidas para que «cuando la gente vea a Einstein también pueda ver a Mileva, y que cuando vean a Mozart también puedan ver a Nannerl».
Y no ha sido fácil. No porque no haya información, sino porque está escondida. «Nadie conoce a Rosalía Mera, ni a Valentina Tereshkova, la primera mujer que orbitó la tierra. Por eso nadie busca sobre ellas». Pero nos comenta, orgullosa, que Elvira Sastre, a quien admira profundamente y autora del prólogo, le dijo que este libro la invitó a buscar sobre sus vidas. Y ese es uno de los objetivos que tiene Beatriz: homenajearlas. «Tengo mi casa llena de cosas de Frida, de Marie Curie, de Coco Chanel. Tengo muchos libros sobre estas mujeres y me da pena pensar que mujeres que hicieron un cambio drástico en la humanidad solamente son un puñado. Pienso que hay millones de mujeres que hicieron grandes cosas, pero como no se las reconoció en su momento, no las reconocemos hoy en día», argumenta. Mirando al pasado, la escritora cuenta la escena más fuerte que encuentra de su vida, la narra desde una ficción con elementos de realidad, cuenta su biografía, escribe un verso a partir de una emoción y reflexiona llevando la historia al siglo XXI. «Este libro me ha servido para analizar dónde estamos. Hemos conseguido avances en muchas cosas, pero nos falta mucha evolución en otras».
«El machista es un tipo de persona con una inseguridad mal gestionada»
Elvira Sastre, una aliada
Cuando le preguntan a qué personas admira, Beatriz tiene claro que Elvira Sastre está entre las cinco primeras. Por eso, una vez terminado su libro, su editor le preguntó que quién le gustaría que le hiciera el prólogo. «La primera persona en la que pensé fue Elvira Sastre». Y cuenta, ilusionada, que «recibió el libro, se lo leyó en una tarde, me envió un mensaje precioso, me escribió el prólogo en menos de 24 horas. Siento que tengo una aliada que tiene ganas de que el mundo conozca estas historias de mujeres ensombrecidas por figuras que todo el mundo conoce en cualquier rincón del planeta y de cualquier edad».
Beatriz ha viajado al pasado en su libro para contar que María Magdalena no fue prostituta y para decir que Rosalía fue la cabeza pensante de la marca Inditex. Por eso, cuando le preguntamos sobre el cambio que le gustaría hacer en la sociedad actual, admite con fuerza que también «me gustaría poner el punto de vista en que el machista es el mismo que practica homofobia y racismo. Hay un tipo de ser humano con una inseguridad mal gestionada que considera que no va a poder conseguir un escalón por sus propias capacidades y se dedica a salir por la puerta de su casa y arrodillar mentalmente a todo el mundo para tener esa sensación. Ese tipo de personas son dañinas para la sociedad». Porque el machismo está, porque treinta millones de niñas sufrirán mutilación genital en los próximos diez años, porque «no hay mujeres productoras, ni mezcladoras, ni mujeres en los puestos de compañías de discos». De hecho, cuenta, con ceño fruncido que «he tenido un hijo en Estados Unidos y he tenido que pelear por que tenga mi apellido, porque el país solo reconoce el apellido del padre. Es injusto».
Una estética muy cuidada
El libro está lleno de ilustraciones muy similares a las de su último trabajo discográfico, Cuerpo y Alma. La ilustradora Marta Waterme «es una compañera de viaje con la que pienso compartir muchas más cosas, porque nos complementamos muy bien». Reconoce, con los ojos brillantes, que «dibuja exactamente desde una sensibilidad y siento como si nos conociéramos de antes. Encuentro en su manera de ilustrar absolutamente mi universo, que camina entre el dolor y las flores, y la oscuridad y los labios rojos».
Esos labios la llevaron a ser Trending Topic hace unas semanas. Hizo un vídeo para Billboard en el que su cambió su acento, y recibió millones de críticas. «Estaba en un set de Billboard en el que solo había dos españolas: Rosalía y yo. Llevo muchísimos años viviendo en Miami y mi marido es cubano. Cambio mi acento para que me entiendan y porque es natural» (de hecho tiene una canción sobre ello). Ante las críticas, «me puse una camiseta y me dio risa». Y lo hizo por un fin: enseñarle a su hijo cómo superar el bullying, porque «a partir de una cosa muy simple, la gente te destruye. Esa es mi manera de enseñarle a mi hijo que no pasa nada, que en el momento en que tú te ríes de ti, nadie más se ríe». Bromista, reconoce «en realidad estoy contenta porque cada vez que sea Trending Topic me van a hacer promoción».
En pleno proceso creativo de los visuales que va a sacar, estrenó hace unas semanas el videoclip de la canción que interpreta con Blas Cantó, que representará a España en Eurovisión 2020. «Blas es mi mejor amigo y me encanta cantar con él porque es una persona seria, coherente, responsable con su trabajo, y va a tener una carrera muy larga. Me siento muy orgullosa de él», reconoció emocionada.
Beatriz es empoderamiento, éxito, fuerza y trabajo. No porque haya tenido suerte, que también, sino porque no ha dejado que nadie frene sus sueños. Beatriz es musa, es ejemplo. Ha evolucionado para convertirse en alguien que quizá nunca imaginó ser, y ha despertado, no solo en su interior, a doce musas que vivirán en la vida del lector para siempre. «Este libro es para aquellas mujeres fuertes que nos abrieron camino».
Foto: María Casanova
¿Nos ayudas a crecer?
Somos un proyecto periodístico independiente de jóvenes estudiantes de Periodismo.
Pulsa aquí para darnos Me gusta en Facebook.
Síguenos en Twitter pulsando aquí
Para Instagram, pulsa aquí