La presión que han ejercido las protestas ciudadanas en Perú durante seis días ha aparecido en numerosos titulares de la prensa internacional. La destitución de Manuel Vizcarra como presidente y el posterior gobierno transitorio de Manuel Merino han desatado una grave crisis en el país cuyo origen se encuentra en septiembre. Esta es la cronología de los hechos:
Septiembre: una moción fallida
El Congreso debate una moción de censura contra Martin Vizcarra por «incapacidad moral». Le acusaron de haber cometido irregularidades en la contratación del cantante Richard ‘Swing’ Cisneros. Vizcarra asegura que Manuel Merino, el presidente del Congreso, conspiró en su contra. Le acusa de haber llamado a las Fuerzas Armadas antes de iniciar el juicio político en su contra. Sin embargo, la moción no recibe el respaldo suficiente para destituir a Vizcarra, pero este no desmiente las presuntas irregularidades de las que le acusan.
Octubre: nuevas acusaciones a Vizcarra
Los medios peruanos aseguran que algunos aspirantes a colaboradores eficaces culpan a Vizcarra de haber aceptado sobornos cuando todavía era gobernador de una región peruana desde 2011 a 2014. El Parlamento aprueba entonces un nuevo debate sobre la moción de censura contra el presidente.
Noviembre: un Presidente en plena crisis
El 9 de noviembre el Congreso debate de nuevo la destitución de Vizcarra por «incapacidad moral». La moción se aprueba y ese mismo día, Manuel Merino jura su cargo como presidente, tal como establece la Constitución Política. Por la tarde empiezan las protestas contra la destitución de Vizcarra y el consiguiente nombramiento de Merino por la popularidad del primero y porque el segundo sigue siendo parlamentario y también titular del poder Legislativo.
El 11 de noviembre, Ántero Flores-Aráoz, exministro y exlegislador, asume el poder como presidente del Consejo de Ministros. Un día después, Merino juramenta a su gabinete de ministros. Entre ellos se encuentran exministros y exfuncionarios de tendencia a la derecha y extrema derecha. Por la noche las manifestaciones se hacen cada vez más graves para pedir la salida de Merino del poder. Llegan los primeros heridos por la represión policial en Perú. Para el 14 de noviembre ya había 2 fallecidos, 41 desaparecidos y un centenar de heridos.
Durante la madrugada del 15 de noviembre se produce una renuncia sucesiva de ministros de Estado por la violencia de las manifestaciones. Varios sectores políticos y sociales piden la salida inmediata de Merino. El presidente del Congreso, Luis Valdez, incita a Merino a presentar su renuncia y convoca una sesión extraordinaria del pleno para decidir el cambio de la mesa del Congreso y censurar al Presidente. Para el mediodía Merino ya había anunciado su renuncia irrevocable en un mensaje inclinado a la paz y la tranquilidad de los peruanos. Pero ahora hay un problema mayor: el país se queda sin presidente y con un vacío de poder durante un día.
Esa noche, la legisladora izquierdista Rocío Silva Santiesteban, una supuesta candidata de consenso, no logra conseguir los 60 votos del Congreso necesarios para ser nueva presidenta. Quien sí lo consigue es el centroderechista Francisco Sagasti. El ahora presidente fue elegido tras un acuerdo de las principales fuerzas políticas para acabar con la crisis creada por la destitución de Vizcarra. Sagasti pertenece al Partido Morado de Perú, una formación aparentemente centrista pero que se orienta hacia la derecha. El nuevo presidente goza de buena imagen entre los peruanos por su vida académica y su experiencia como tecnócrata en organismos internacionales. Además, votó en contra de la destitución de Vizcarra.
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