Honduras tuvo una cita con las urnas el pasado domingo, marcada por la alta participación y apagones intermitentes en los centros de votación, y la candidata de izquierdas Xiomara Castro lidera holgadamente el lento recuento electoral.
Según los últimos datos del Consejo Nacional Electoral (CNE) se han contabilizado el 62% de los votos emitidos. La candidata del partido Libertad y Refundación (Libre) cuenta con 1.133.312 votos, lo que supondría un 51,68% del total escrutado. Seguido bastante por detrás, el candidato oficialista Nasry Asfura se sitúa en segunda posición con 774.976 votos (35,34% del total escrutado). Cerrando el podio electoral se encuentra el candidato del Partido Liberal de Honduras, Yani Rosenthal, con 208.103 votos (9,49% del total escrutado).
Debido a su amplia ventaja, la victoria de Castro se da por sentada, a pesar de no disponer aún de un resultado oficial. Ayer mismo, Asfura, alcalde de Tegucigalpa y candidato del oficialista Partido Nacional de Honduras, visitó a Castro en su domicilio para felicitarla personalmente por su victoria electoral, reconociendo su derrota. Esta imagen, que puede parecer normal en muchos países, ha supuesto un alivio para muchos hondureños que temían que se repitieran las imágenes de protestas y violencia de las anteriores elecciones.
El triunfo de Xiomara Castro en las elecciones supone la vuelta de la izquierda a la presidencia hondureña después de que Manuel Zelaya, marido de Castro, sufriera un golpe militar en 2009 que lo apartó del poder y que dio lugar a doce años de gobierno ininterrumpido del Partido Nacional de Honduras. El presidente saliente Juan Orlando Hernández ha ido arrastrando fuertes críticas por su mala gestión de la pandemia de COVID-19, sospechas de fraude electoral en su reelección en 2017 y graves acusaciones de corrupción y de haber convertido Honduras en un narcoestado.
Las elecciones también suponen la derrota del bipartismo de Honduras, representado por el PNH y el PNL, que llevaban décadas alternándose en el poder. Libre fue fundado en 2011 por Manuel Zelaya (Zelaya llegó hasta la presidencia en 2005 como candidato del Partido Liberal) como frente de resistencia al golpe de 2009, así que esta será su primera experiencia en el gobierno de la nación.
Un cambio en las relaciones internacionales de Honduras
En su perfil de Twitter, la presidenta electa publicó un mensaje celebrando su más que previsible victoria electoral.
¡Gracias pueblo! Revertimos 12 años de lágrimas y de dolor en alegría. El sacrificio de nuestros mártires no fue en vano. Iniciaremos una era de prosperidad de solidaridad por medio del diálogo con todos los sectores, sin discriminación y sin sectarismo. 🇭🇳 ❤️
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) November 29, 2021
Además, ha recibido mensajes de felicitación de varias figuras de la política latinoamericana (como la expresidenta y actual vicepresidenta argentina Cristina Fernández Kirchner, el dirigente de Venezuela Nicolás Maduro o el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez) además de otros mandatarios extranjeros. Sin embargo, hay dos mensajes que destacan sobre el resto. El primero proviene del secretario de Estado de EEUU Antony Blinken, que espera «trabajar juntos para fortalecer las instituciones democráticas, promover el crecimiento económico inclusivo y combatir la corrupción». Gran parte de las caravanas de migrantes que cruzan Centroamérica con destino Estados Unidos están formadas por hondureños que huyen de la pobreza generalizada, la falta de oportunidades y la violencia de las maras. Washington, por tanto, espera que el nuevo gobierno sea capaz de frenar la migración irregular de hondureños a EEUU (se estima que en los últimos 4 años medio millón de hondureños han abandonado el país).
El otro proviene de la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen, que espera trabajar juntas y profundizar el «tradicional vínculo que siempre ha unido a Taiwán y Honduras». Actualmente Honduras es uno de los 15 países del mundo que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, pero esta situación podría cambiar debido a la tentativa del equipo de Castro de afianzar relaciones diplomáticas y comerciales con China. De este modo, Taiwán mira con preocupación la posibilidad de perder a uno de sus pocos valedores en la esfera internacional, de ahí la intención de Tsai Ing-wen de recordar los lazos históricos que unen a ambos países.
Xiomara Castro, la primera mujer en llegar a la presidencia de Honduras
Aunque el recuento de las elecciones sigue en marcha, todo apunta a que Xiomara Castro se convertirá en la primera mujer en llegar a la presidencia de Honduras. Cuando tome posesión en enero del año que viene, Castro tomará las riendas de un país azotado por la desigualdad (el 74% de los hondureños vive bajo el nivel de pobreza), la corrupción, la inseguridad y la violencia. La presidenta electa ha prometido hacer frente a la corrupción institucional y trabajar para la reconciliación nacional. Su llegada al poder supone un rayo de esperanza para las mujeres hondureñas en un país que cuenta con la mayor tasa de feminicidios de la región y una de las leyes abortivas más restrictivas del mundo: en Honduras abortar está prohibido en toda instancia, y Castro espera poder suavizar la prohibición total del aborto permitiéndolo en caso de malformación del feto, violación o que ponga en riesgo la vida de la madre o, en su defecto, legalizar la píldora del día después, un reto más asequible y con menos trabas políticas y burocráticas. Sea como fuere, parece que ahora brilla un nuevo sol en Honduras y la gente, por primera vez en años, tiene esperanza de un futuro mejor.
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