El cura era director del colegio Hijas de María Nuestra Señora en Talavera de la Reina. En ese mismo centro era donde estudiaba la niña a la que agredió sexualmente. Una magistrada de Talavera ha procesado al sacerdote por abuso sexual, aunque no por agresión, como la joven había denunciado.
Después de dos años y nueve meses de diligencias, el juzgado de Instrucción número cuatro de Talavera de la Reina ha procesado al sacerdote supuestamente por abusar sexualmente de una menor durante cuatro años y por haberle practicado un exorcismo en el que había intentado violarla.
La joven tiene 23 años en este momento. En el momento en el que esta había sido agredida sexualmente tenía 14 años – (los mismo años que cuando supuestamente intentó violarla). Aunque la magistrada no ha imputado al párroco por delito de agresión sexual. El juicio está pendiente de fecha. Mientras tanto, el sujeto acusado de delito de abuso sexual niega todas las acusaciones.
No obstante, a comienzos de 2018 el arzobispado de Toledo abrió un proceso canónico contra el sacerdote prohibiéndole conceder misa pública y trasladándole como medida cautelar al convento Santiago Apóstol de Toledo.
Los hechos ocurrieron entre 2010 y 2014. El cura citaba a la joven en la parroquia San Ildefonso para abusar de ella, diciendo que era lo que «Dios quería», tal y como ha informado el diario La Voz del Tajo.
El Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, fue cuando la víctima declaró en el Juzgado de Instrucción Número 4 en Talavera. Allí fue donde esta narró los hechos. En el relato se mezclan la tragedia de los abusos con la inestabilidad emocional de la joven debido a la situación que estaba viviendo en el momento; sus padres se estaban divorciando. Además, en el relato se indica que conoció al párroco en el Camino de Santiago y que iba al despacho parroquial a hacer tratamiento espiritual, porque estaba pasando unos duros momentos tras la separación de sus padres, ha explicado El País.
La denunciante comenzó a tener trastornos alimenticios y tendencias suicidas en el mismo año en el que comenzaron los delitos.
En la instrucción del caso, la madre de la supuesta víctima declaró contra ella añadiendo que los abusos y los intentos de suicidio eran una venganza debido a celos. Aunque, la madre reconoció haberla llevado junto al acusado y otro párroco a que ambos le practicasen a la víctima un exorcismo. Durante la sesión segunda cuando Galán, el sacerdote acusado, intentó violarla la menor se defendió y este le pegó con un cinturón.
Imagen de Portada: La Voz del Tajo
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