La llegada del coronavirus cambió la vida de las personas. Y es que, una enorme parte de la población jamás se hubiera imaginado pasarse varios meses encerrados en su vivienda saliendo única y exclusivamente para adquirir productos de primera necesidad.
Una situación insólita que se espera no se repita, pero con la que muchos han cambiado la perspectiva de su vivienda.
Y es que, si bien venía siendo habitual que con la llegada del buen tiempo, aquellos que poseían una terraza, balcón o jardín lo pusieran a punto para disfrutar mientras el clima lo permitiera. “La aparición del virus y las medidas tomadas para evitar un mayor contagio por parte de la población provocaron un retraso, por lo que la instalación de toldos, pérgolas, parasoles, cortinas técnicas y mosquiteras se está llevando a cabo en pleno verano” comentan desde Toldos Taialà.
Pequeños placeres de la vida
En cualquier caso, y pese a que hace ya varios años que los balcones, terrazas y jardines cobraron protagonismo en los hogares en forma de pequeños vergeles en los que encontrar la paz tras un largo y duro día de trabajo, lo cierto es que todavía existían algunas personas que poseyendo alguno de estos espacios todavía no lo había puesto en valor y, lo que es peor todavía, jamás habían disfrutado de él.
“Sin embargo, las largas semanas de confinamiento han hecho que esto cambiara y la demanda de toldos, pérgolas y parasoles se ha disparado en estos casos”.
Pero, elegir el elemento más adecuado para cada lugar no es tan sencillo, siendo necesario tener al menos claro lo siguiente:
- Pérgolas: son sin duda una apuesta segura para aquellos que buscan un toque elegante, quizás por eso son tan empleadas en la actualidad en la hostelería.
- Toldos: pese a ser una solución mucho más sencilla, cumplen a la perfección con su cometido.
- Parasoles: al igual que los anteriores protegen del sol, pero en este caso permiten la movilidad para adaptarse a los movimientos del astro rey, su otra ventaja es sin duda la facilidad a la hora de tener que recogerlos.
En cualquier caso, “las peticiones no se limitan a los elementos de protección solar, sino que muchos de los clientes desean mantener puertas y ventanas abiertas cuando la temperatura comienza a descender para refrescar su hogar, pero evitando la entrada de moscas, mosquitos y otros insectos que suelen colarse por las ventanas, por lo que la demanda de mosquiteras para puertas y ventanas también se ha disparado”.
Y es que, parece que la población ha comprendido, al fin, lo importante que resulta disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
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