Es ampliamente sabido que la conducta de una mujer embarazada puede ser determinante en el proceso de gestación o desarrollo embrionario, pero con las técnicas actuales muchos quieren saber qué posibilidades existen de que la madre modifique el ADN del bebé en tratamientos de ovodonación, y qué es lo que la ciencia dice al respecto de esta intervención.
Lo primero que debemos decir es que, efectivamente, los hábitos de la mujer que gesta un embrión le afectan directamente, incluso cuando el óvulo pertenece a otra mujer, la ovodonación. Partiendo de este planteo, veamos qué explican en este sentido desde mifertilidad.
Estos profesionales, formados específicamente para asistir en los procesos de ovodonación antes mencionados, conocen en profundidad todos los aspectos de uno de los tratamientos más requeridos para dar a luz en la actualidad.
Influencia del proceder materno en la formación del feto
Si se trata de analizar el papel de la genética durante el embarazo, desarrollado, hay que diferenciar genética de epigenética, considerando que son dos ramas de la biología relacionadas entre sí, aunque distintas. La más conocida es evidentemente la genética, que estudia la herencia de los caracteres que se transmiten de generación en generación; mientras que la epigenética estudia los factores genéticos que se determinan a partir del ambiente celular, y ya no por la herencia.
Por lo tanto, podríamos afirmar que dentro del proceso de regulación epigenética, existen cambios establecidos a partir de la cromática, el nombre por el que se conoce a la sustancia que se localiza en el núcleo de la célula, y que participa en la creación del material cromosómico, a su vez compuesto por el ADN y las proteínas.
En ese contexto, la epigenética lleva a cabo una acción importantísima, que es la de modificar hasta 25.000 genes que se expresarán en el desarrollo de la criatura y, además, en qué momento lo harán.
La reprogramación epigenética, posteriormente a la generación del cigoto en la fecundación, supone la aparición de un nuevo epigenoma, que ya no es el que se hereda de los padres, una acción natural que impide que las características se superpongan y puedan sufrirse problemas de salud. Eventualmente, entonces, el embrión estará expuesto al comportamiento materno.
Si tus dudas van más por el lado de los factores de la madre gestante que afectan el ADN del bebé, se puede citar antes que nada la herencia de la mujer en cuestión, pero también otros elementos.
Por ejemplo, no será igual para el embrión desarrollarse en un organismo que sigue una dieta sana, que en otro que consume todo alimentos procesados, en uno que se entrena que en otro sedentario. Esta rutina tiene una influencia absoluta sobre el ADN del bebé, y es la causa por la cual tantas parejas que apuestan por la ovodonación son celosas de la actividad de la gestante.
Por supuesto, todo esto está regulado como parte de una práctica que se ha popularizado en tiempos recientes, y que provoca la necesidad de estar informando sobre sus detalles más relevantes.
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