Aunque solemos estar más pendientes tanto de los huesos como de los músculos, es importante tener en cuenta que también las articulaciones del cuerpo humano pueden sufrir lesiones, y que su recuperación dependerá de cuáles sean los procedimientos que se sigan, tanto en términos de intervención como de rehabilitación, claro.
En este sentido, uno de los más relevantes avances médicos en la materia es la cirugía artroscópica o artroscopia. Cada vez son más las personas que optan por esta solución cuando los problemas en sus articulaciones parecen volverse crónicos, para evitar así que las molestias en la zona acaben por retirarles de las actividades que hacen.
Hoy en día, la buena noticia es que ya la mayoría de los profesionales en la materia recomiendan y hasta realizan estas intervenciones, por lo que si estás buscando un traumatólogo en Bilbao o similar, en las siguientes líneas vamos a enseñarte todos los detalles respecto del proceso, por qué es tan elegido y qué implicancias tiene.
¿Por qué escoger la cirugía artroscópica?
En comparación con otros métodos de sanación de las lesiones en articulaciones, las cirugías artroscópicas que se practican en rodillas, hombros o caderas, en centros médicos como Artrosasun, cuenta con algunas ventajas clave. Primero que nada, que se trata de una opción mínimamente invasiva, que no trae consecuencias en el organismo.
Por otro lado, ésta es una alternativa que puede aplicarse independientemente del grado que muestre la lesión. Puede optarse por ella incluso cuando el grado de deterioro es alto, y de hecho es precisamente entonces que quienes se dedican a la materia recomiendan esta salida mediante la colocación de una prótesis para prevenir daños posteriores, como así también para que el paciente pueda deshacerse definitivamente del dolor sufrido.
Este método, que en última instancia persigue siempre poder ofrecer la mejor calidad de vida posible al paciente, brinda beneficios específicos como por caso poder ver la totalidad de las articulaciones mientras se interviene. Gracias a un mecanismo que consiste en la introducción de una cámara o artroscopio mediante incisiones, especialistas que se han formado para ellos pueden maniobrar mejor incluso que en la cirugía abierta.
Es decir, las complicaciones con las artroscopias son menores de las que podrían surgir durante la cirugía abierta. Pero a eso hay que sumarle que la recuperación es mejor, en cuanto a indolora, y eventualmente más rápida. Muchas personas cometen el error de creer que la cirugía abierta es lo mejor, pero ha dejado de ser así.
Para quienes suelen impresionarse por la aplicación de anestesia, la buena noticia es que la artroscopia necesita solamente de anestesia regional, por lo que el impacto sobre las sensaciones del paciente es más bien nulo.
Y si bien la técnica fue adoptada por los expertos en los quirófanos hace unas cuantas décadas, hoy es masiva. Numerosos individuos con patologías articulaciones cuyo tratamiento pensaban imposible han podido lograr resultados inesperados, superando la expectativa incluso de los diagnósticos más optimistas.
Todo esto explica la popularidad actual de la cirugía artroscópica para la recuperación de lesiones articulares.
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