Ayer, 1 de octubre de 2020, se cumplían 89 años desde la aprobación del voto femenino en España gracias al activismo de Clara Campoamor. Un día antes, y casi noventa años después, María Luisa Segoviano se convertía en la primera jueza en presidir una Sala del Tribunal Supremo. Hoy, millones de mujeres se enfrentan a un mundo que todavía les priva de derechos y libertades, y la lucha continúa.
Todas las historias de libertad empiezan con una batalla, las de Clara Campoamor y María Luisa Segoviano son un ejemplo. El 1 de octubre de 1931, la diputada y abogada pionera, defendió en el Parlamento el sufragio universal. Su discurso mostraba a las mujeres como iguales a los hombres, y por tanto, con el mismo derecho a incorporarse a las leyes. Sin mujeres no habría democracia. Y así fue como con un 40% de abstención y el voto a favor de 84 diputados, Clara Campoamor abrió el camino a nuevas libertades en un país que 89 años después sigue en deuda con ella.
«Os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer. Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros» – Clara Campoamor durante su discurso el 1 de octubre de 1931
Y después del voto… ¿qué?
Las libertades llegaron, pero el camino no resultó fácil para ninguna. No fue hasta 1975 que las mujeres empezaron a ser visibles en un mundo hecho a imagen y semejanza de los hombres. Con la dictadura llegaron nuevas libertades, pero nunca murieron los ideales. En un país que todavía seguía acongojado tras 40 años de represión, las mujeres dejaban los delantales y salían a ganarse el pan y jugarse la vida. Lo hacían como sus maridos, hermanos, padres, vecinos… Pero con las miradas puestas sobre ellas y los murmullos a su alrededor. «Mujer tenías que ser», y lo eran, y lo luchaban. Ya entradas en la década de los 80, «las chicas de ayer» que cantaba Nacha Pop, conseguían el derecho al divorcio y lo celebraban con Cindy Lauper porque girls just wanna have fun. En 2004 la Ley de Violencia de Género hizo que por primera vez una norma destinase recursos a combatirla. Se sintieron más seguras, aunque no lo estaban. Ya en 2010 se abrió la puerta a la libre elección de las mujeres sobre sus cuerpos con la Ley del Aborto, que diez años después sigue siendo señalada. Cinco derechos en 89 años, la igualdad le llega a quien sabe esperar.
La lucha continúa
30 de septiembre de 2020, María Luisa Segoviano se convierte en la primera mujer en presidir una Sala del Tribunal Supremo. La jueza vallisoletana ostenta el puesto de presidenta de la Sala de Lo Social. En más de 200 años de historia del Supremo ninguna mujer había presidido una Sala. «Es el momento de las mujeres», así confirma la jueza que esto solo es el principio y que cada vez son más mujeres en el mundo de la justicia, pero no suficientes. Desde la aparición de la Ley de Violencia de Género, 1.070 mujeres han sido asesinadas a manos de hombres en España, solo en 2020 han sido 35. La necesidad de mujeres que respalden a otras mujeres en la justicia es crucial, ya que la ley no siempre es justa y quienes la dictaminan tienen mucho que ver con ello.
89 años desde aquel 1 de octubre e innumerables derechos y libertades por conquistar. Clara Campoamor alzó su voz «por ella y por todas sus compañeras» para conseguir un país más libre. Hoy, María Luisa Segoviano es el ejemplo de todo lo alcanzado y lo que queda por alcanzar.
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