Otras historias alternativas, diferentes y bonitas que también representan el (des)amor

San Valentín no siempre son las fotos de enamorados de las RRSS, el amor a veces es confuso, díficil y sobre todo sincero. Cuando buscas la definición de amor en Google aparece: Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno, pero nadie dijo que fuera tarea fácil llegar hasta él. Aquí recogemos otras historias alternativas, diferentes y bonitas que también representan el día del (des)amor, y que nos hacen comprender cómo es este realmente. 

Otras historias diferentes de (des)amor

Anónimo, 20

Era mi primer novio en 5ª de primaria y claro, no se lo quería contar a mi madre porque me daba vergüenza máxima. Él se lo contó todo a su madre y ella me compró un ramo de flores gigante y un oso de peluche, además de un pintauñas. Yo no era capaz de darle ni la mano y cuando aparecieron él y su madre con los putos regalos yo me quería morir. Cuando llegué a mi casa le di el ramo a mi madre y le dije que feliz San Valentín, que era mi regalo para ella. El peluche lo escondí, quedé bien con mi madre y encima no se enteró de nada.

Isabel, 19

Hace dos años, mi novio me dio una carta que respondía a una que yo le escribí cuando teníamos 13 años (ahora tenemos 20) en 2ª de la eso. ¿Cómo iba a imaginarme que aún la tenía?. Pues él la había como 6 años porque según él sabía que «en algún momento estaríamos juntos». Me la regaló junto a una pulsera contestándome como si fuese una carta actual, con lo que sentía y cómo se sentía conmigo. Me hizo bastante ilusión.

Marcos, 20

Esta historia va de dos amigos míos, un chico y una chica. Él vivía enamorado de ella, y el día de San Valentín, al salir de clase, le compró un collar y unos globos. Cuando llegó a dárselo, porque todos habíamos quedado en un centro comercial después de clase, ella lo vio llegar, y no hizo más que correr y correr para huir de él. Él reaccionó corriendo detrás de ella. De hecho, acabaron tan mal, que ella no sólo no aceptó ningún regalo, sino que le regaló una patada.

María, 23

No tengo historias con novio en San Valentín, pero tengo a mi madre, que me manda estos mensajes tan románticos para este día tan especial. ¿Cómo no voy a estar enamorada así? :

Carlos, 23

De pequeño, en el colegio, el día de San Valentín, se encargaban claveles para una persona. El blanco era de amistad y el rojo de amor. Yo pedí uno rojo de forma anónima para una de las chicas que me gustaba, y los repartidores de los claveles se equivocaron y le dieron uno blanco con una nota donde ponía: «te quiero amiga» y, cómo no, llevaba mi nombre. Cuando pasó el día, le hablé a la chica y le pregunté si le había gustado el clavel y noté que ella estaba cómo super enfadada, y no entendía el por qué. A los meses hablando con ella un día nos dimos cuenta de la confusión. Ahora somos muy buenos amigos.

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