En agosto del año pasado, más de una decena de líderes empresariales globales —que generan más de $1 billón de ingresos anuales y representan a más de 500.000 trabajadores— adquirieron mediante una carta abierta un compromiso: unir esfuerzos para elaborar una hoja de ruta que permita reconstruir las bases de nuestro sistema económico, en lugar de contentarnos con reactivar lo que teníamos justo antes de irrumpir la pandemia por la covid-19.
Esta carta abierta reconoce que impulsar una economía con propósito no depende únicamente del compromiso del sector privado. Se requiere del compromiso de líderes políticos, que reconozcan la existencia de innovaciones sociales que constituyen el cuarto sector.
Se le llama cuarto sector porque emerge en el punto en el que se encuentran la acción de gobiernos (primer sector, público), las empresas (segundo sector, privado) y las ONG (tercer sector, sin fines de lucro), en la forma de modelos de negocio que tienen como propósito principal la generación de beneficio social y ambiental, mientras derivan sus ingresos de actividades comerciales.
Algunos ejemplos de iniciativas y movimientos del cuarto sector son las empresas con propósito o de beneficio, emprendimientos sociales, cooperativas, empresas B, bonos verdes y de impacto social, economía circular y comercio justo.
La hoja de ruta propuesta en esta carta abierta es un camino a seguir para alcanzar una economía inclusiva y sostenible, en la que las personas, el planeta estén en el centro de un propósito que nos afecta a todos. Es lo que se consideran las 3P.
Las 3P de SolarMente: Personas, Planeta, Propósito
Como empresa que apuesta por facilitar el autoconsumo solar a los ciudadanos, desde Solarmente están convencidos de que la energía solar es el futuro de España. Tienen un propósito: dar la posibilidad a cada hogar de ahorrar dinero de manera constante durante las próximas tres décadas y, al mismo tiempo, hacer una contribución tangible y positiva a nuestro medio ambiente.
Se comprometen a contribuir con la transformación deseada mediante la adecuación de nuestra estructura corporativa y de la priorización de ser una empresa que genere beneficio social y ambiental a lo largo de nuestra cadena de valor.
Si aceleran este cambio cultural y logran hacerlo significativo y duradero, ayudarán a los consumidores a tomar decisiones más sostenibles.
En Solarmente, las personas en el centro
El potencial solar de España es enorme con casi 3.000 horas de sol al año (por encima de 8 horas diarias). Sin embargo, el desarrollo del sector no es acorde con este potencial.
El sector no pone a las personas en el centro, sino a las empresas energéticas y sus beneficios: España tiene una de las facturas de la luz más altas de Europa, y sigue subiendo. Por eso, gracias a este potencial solar, está ante nosotros una oportunidad única para construir una nueva sociedad que no dependa de los vaivenes del mercado eléctrico y producir energía de una fuente autóctona y renovable como la solar, desterrando el uso de los combustibles fósiles.
Por otro lado, desde Solarmente detectan que la experiencia solar en España es muy lenta y compleja para los clientes. Con un promedio de 4 a 6 meses de trámites, unas 30 interacciones (correos electrónicos, llamadas, mensajes) entre los futuros usuarios y las empresas que ofrecen el servicio.
Para situar a las personas en el centro de este ecosistema, quieren apoyar la transición hacia la energía solar con un proceso sencillo y transparente, donde lo importante es que el usuario tenga el control sobre el consumo energético del hogar y pueda manejarlo libremente, sin estar a expensas de los vaivenes del mercado eléctrico.
Compromiso con el planeta
También es de actualidad la ola de incendios que están afectando gravemente a Europa. Las empresas deben estar comprometidas con el planeta y su modelo de negocio, asociado a un desarrollo sostenible. De esta manera, la empresa puede ser utilizada como parte de la solución y no del problema del cambio climático, generando un impacto positivo en el medio ambiente, en los trabajadores, en la comunidad y en los clientes.
Si, como empresa, Solarmente llega a instalar paneles solares a 50.000 familias, estarán, según comentan, salvando el equivalente de 7 millones de árboles. En cifras, si cada cliente instala una media de 12 placas solares, esto equivale a plantar 4 árboles y evitar la contaminación de 2,05 toneladas de CO2.
Aliado de la transición energética como propósito
Cada vez más, es necesario que las empresas crezcan con un propósito. Por la parte de Solarmente, persiguen un mundo con energía limpia, convencidos de que cada persona es fundamental en la transición energética.
Por eso, para alcanzar el propósito de un mundo limpio, se debe facilitar esta transición a las personas, no basta con hablar de buenas intenciones, hay que pasar a la acción. En su caso, se encargan de todo el proceso para que la experiencia del cliente sea completa, esto incluye ingeniería, instalación, asistencia al cliente, financiación, trámites y un seguimiento 24/7.
En definitiva, Solarmente persigue un futuro inclusivo, equitativo y regenerativo para todas las personas y el planeta. A través del fomento del autoconsumo solar, pero toda empresa tiene la capacidad de encontrar sus 3Ps y aplicarlas para el bien de un futuro mejor.
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