El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón imputó ayer lunes al segundo banco español, el BBVA, en el ‘caso Villarejo’. La entidad se convierte de esta forma en la primera persona jurídica en ser investigada por la Justicia española por un delito de corrupción en los negocios o corrupción entre particulares.
García-Castellón atribuye al banco delitos de cohecho, descubrimiento y revelación de secretos y corrupción en los negocios, mismos delitos que aprecia la Fiscalía Anticorrupción. Concretamente, el BBVA presuntamente permitió que sus directivos aceptaran dádivas del comisario Villarejo para facilitar contratos a Cenyt, propiedad del expolicía. De esta forma, la entidad estaría violando su código de conducta. La Fiscalía también pidió investigar si el banco contrató a Cenyt para conseguir información sobre personas relativas a la constructora Sacyr, que trató de relevar al presidente del BBVA en 2004 y 2005.
Esta investigación pertenece al ‘caso Tándem’, la novena pieza de las diez que componen el sumario sobre los negocios del policía jubilado José Manuel Villarejo. Lo que se investiga en esta parte del sumario es la relación entre el BBVA y el expolicía, en prisión preventiva desde noviembre de 2017. La investigación revela que Villarejo habría estado realizando trabajos para la entidad financiera entre 2004 y 2017 como mínimo a cambio de unos 10 millones de euros.
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