Secretaria cuarta de la mesa y portavoz adjunta, Cristina Ayala es una de las caras visibles del Partido Popular en el Senado. Si quieres saber un poco más de ella, así como su opinión al respecto de la actualidad política, aquí tienes la entrevista que hemos tenido la oportunidad de realizarle.
Pregunta. ¿Cuándo comienza su andadura en el PP? ¿Cómo llega a las listas para el Senado?
Respuesta. Me afilio al Partido Popular de Burgos allá por el 92, y comienzo a trabajar activamente en las Nuevas Generaciones del Partido al terminar la carrera, en 1995. A partir de ahí, comienza un período de aprendizaje intenso en todos los ámbitos, profesional y político y por primera vez soy cargo público en 2003 (Ayuntamiento y Diputación de Burgos) y tras una etapa en las Cortes de Castilla y León, me ofrecen la oportunidad de ser candidata al Senado.
P. Es usted licenciada en Derecho. ¿Qué relevancia tienen estos conocimientos para su carrera política?
R. Muchísima a mi entender, el Derecho te hace entender el mundo que te rodea y muy especialmente la política y la importancia de que haya personas que desarrollan a lo largo de su vida con pasión, intensidad, ilusión y honestidad la necesaria actividad política. Me sirve para cada intervención, para ver cuándo otros meten la pata, para apoyarme en la ley y su imperio, para escribir iniciativas políticas. Para todo, en resumen.
P. Hay partidos que no están muy conformes con la existencia del Senado. ¿Con qué argumentos les explicaría su utilidad?
R. El Senado es necesario en un país como el nuestro con una descentralización tan intensa. Habitualmente los países más centralizados tienen una sola Cámara y los países que llamamos “compuestos” suelen tener dos. El Senado ejerce de Cámara de reposo a la hora de dar una especie de “segunda vuelta” a la ley que se pretende aprobar. Por otro lado, el Senado, como vimos en 2017, tiene competencias exclusivas como el 155, que se han demostrado esenciales para la protección del interés general de todos los españoles. Sin embargo, también creo que es necesario sacar más potencial a la tarea de una Cámara que sigue siendo la gran desconocida, y para ello no es necesario cambiar la Constitución, sino por ejemplo dar más juego a la Comisión de Comunidades Autónomas, o tratar de acercar más la institución al ciudadano.
P. ¿Cambiaría su cargo como senadora por uno como diputada?
R. Definitivamente, no. Aunque la bicameralidad no sea perfecta en nuestro país, he aprendido a apreciar el trabajo del Senado, y lo que creo es que hay que seguir potenciando su labor, demostrando que se hace un trabajo serio y útil.
P. Con la entrada de VOX, la izquierda ha llamado a una especie de lucha antifascista. Sin embargo, VOX solo parece preocupar cuando sus votos sirven para que la derecha gobierne. Lo vimos cuando el PSOE, teniéndolo en su mano, no evitó la entrada de VOX en la mesa del Congreso. ¿Antifascismo o electoralismo?
R. El PSOE alimenta las expectativas y los resultados de VOX. Son vasos comunicantes, aunque pueda parecer una contradicción: cuánto más oxígeno se insufla a Vox, más crecen las expectativas de la izquierda, porque sus votantes y simpatizantes se movilizan para evitar muchas de las barbaridades que dice Vox, como su recalcitrante antieuropeísmo, su declarado racismo, o su negación de la violencia machista. El PSOE lo modula a su antojo en función de su intereses electorales o parlamentarios y hasta de gobierno si es menester. En Burgos, por ejemplo, tenemos un gobierno municipal socialista gracias a Vox. Allí no les consideran de “extrema derecha”, allí les consideran “razonables”.
P. En los últimos años ha habido un recrudecimiento en el debate. ¿Cómo es la relación entre los representantes de los distintos partidos fuera de cámara? ¿Lo que sucede en el atril se queda en el atril?
R. Sí, se queda en el atril, y en mi opinión personal debe ser así. Más en estos momentos donde o forjamos alianzas para sacar temas adelante, o nos quedamos con la razón, pero sin poder realizar proyectos.
P. ¿A qué cree que se debe la incapacidad de los políticos españoles para alcanzar acuerdos? ¿Qué opinión le merece el hecho de que en España haya legislaturas que ni siquiera comiencen a andar?
R. Creo que se debe en parte al tacticismo y en parte a que es un territorio inexplorado. Pero es necesario hacer de la necesidad virtud. Cada vez hay más gobiernos que han dejado de ser monocolor y por lo tanto, hasta que vuelva el bipartidismo (creo que estos gobiernos dan una tremenda inestabilidad al país) habrá que entenderse, y uno no se entiendo con el adversario si las relaciones personales son malas. Con todo, si se me pregunta, con sus virtudes y defectos, prefiero los gobiernos de un solo partido y que después sea el ciudadano el que juzgue en la siguiente convocatoria electoral. Soy firme defensora de una reforma electoral que evite los problemas de interinidades del 99.2 de nuestra Constitución, pues solo son fuente de incertidumbre para los españoles.
P. Usted ha sido miembro titular de la Diputación Permanente, que se mantiene en funcionamiento en el período que transcurre entre legislaturas. ¿Se toman decisiones determinantes en la misma?
R. La figura de la Diputación Permanente se crea para los períodos sin sesiones. Es, por decirlo de una manera coloquial “el Senado de guardia”. Su misión es necesaria por si surgen cuestiones que el legislativo debe abordar aunque las Cortes estén disueltas, o en periodo de inactividad. Llegado el caso sí se toman decisiones importantes.
P. ¿Cómo es el día a día de una senadora?
R. Un senador, como casi todos los cargos públicos, tiene una doble misión: la parte de trabajo propia de la Cámara y la parte representativa, como senador que eres por tu provincia. A veces hay una percepción de que el trabajo del cargo público es muy diferente al de cualquiera, pero no lo es tanto. En el despacho el trabajo consiste en revisar los temas pendientes, y prepararse temas de posibles iniciativas, para lo que es necesario estar muy al tanto de las noticias y de las necesidades de distintos colectivos. La parte representativa conlleva presencia en lo que el propio senador considera importante. También todos los senadores dedicamos un tiempo, no menor, al propio partido, porque aunque nuestro mandato no es imperativo, puesto que nos presentamos por unas siglas también hay reuniones sectoriales y políticas que atender. Y sobre todo, estudiarse bien los temas que te toca llevar, en mi caso los relativos a cada convocatoria semanal de la Mesa del Senado o posibles iniciativas de mi provincia o de otras cuestiones propias de nuestra especialidad profesional.
P. Además de senadora, es usted secretaria cuarta del Senado. ¿Es fácil compaginar ambas labores? ¿Es fácil mantener la neutralidad que en teoría deberían mantener los miembros de la mesa?
R. Yo reconozco que aún me tengo que hacer a esa tarea. Soy peleona por naturaleza y disfruto de la dialéctica y la contraposición política. No creo que por ser miembros de la Mesa debamos perder esa parte política para nuestras intervenciones, ni para nuestra propia dialéctica. Ello no significa que en labores institucionales la neutralidad deba ser exquisita.
P. Ha participado en la Comisión de Investigación sobre la Elaboración y Autoría de la tesis doctoral de Pedro Sánchez. Sin embargo, dicha Comisión nunca llegó a término, ¿no es así? ¿Por qué motivos?
R. Llegó a haber una primera reunión para la recepción de documentación a finales de febrero, pero se disolvieron las Cortes el 5 de marzo, así que no hubo opción de seguir trabajando.
P. Sustituye en el puesto a una de las figuras más carismáticas del PP, Rafael Hernando. ¿Qué opinión le merece Rafael?
R. Hernando ha pasado a ser Secretario segundo, así que, él va a seguir aportando en la Mesa del Senado. No conocía personalmente a Hernando y veo en él a una persona muy curtida y con un olfato finísimo para los temas políticos. En definitiva, una persona que sigue teniendo mucho que aportar.
P. Uno de los debates más importantes que han tenido lugar en el Senado en los últimos años ha tenido como motivo de discusión la aplicación o no del artículo 155. ¿Cree que hay motivos suficientes para volver a aplicarlo? ¿Confía en una solución a corto plazo para el conflicto catalán?
R. Sin duda ninguna veo motivos para iniciar el requerimiento previo del 155. Todas las declaraciones y acciones de Torra le sitúan fuera de la Constitución, y por tanto del interés general. Sigue empeñado en un referéndum imposible y en una independencia unilateral imposible también. La unidad y la indisolubilidad del Estado están entre los pilares básicos de nuestra Constitución, y lo que Sánchez ha pactado para conseguir la investidura respecto a la bilateralidad de las decisiones pactadas en dicha Mesa es inconstitucional. Puede pactar lo que quiera, pero la soberanía y la decisión de lo que es España no le corresponde ni a Sánchez, ni a Torra ni a Rufián, nos corresponde a todos los españoles. La solución ha de ser a medio plazo, y o cambia la disposición de los dirigentes separatistas, o hay poco margen para el acuerdo. Son ellos los que incumplen la ley, y nadie está por encima de la ley.
P. Por último, unas cuestiones referentes a su vida personal:
-Mayor hobby: mis hijos y la música.
-Estilo musical favorito: pop.
-Una canción: “Déjame” de Los Secretos,
-Un libro: diría que la Constitución española, nuestro mejor libro y el que ha servido para 40 años de paz y prosperidad.
-Un lugar donde perderse: Biarritz.
-Una frase: ”El precio de desentenderse de la política es el de ser gobernando por los peores hombres” (Platón).
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