El Tribunal Constitucional da un paso más para limitar el derecho a abortar de las mujeres en Polonia y lo prohíbe en caso de que el feto sufra una malformación o enfermedad grave. Pero ellas no se han quedado calladas.
El Constitucional tomó la decisión el pasado 22 de octubre como respuesta a la querella que presentó hace tres años un grupo de 119 diputados conservadores pertenecientes al PiS, el partido que lidera con mayoría absoluta. Los demandantes consideraban que el aborto por malformación es una forma de eugenesia que no respeta la dignidad humana y celebraron la sentencia en Twitter con la frase “¡La vida ha ganado! ¡La vida es lo más importante!”.
Polonia es uno de los países de la Unión Europea donde el derecho al aborto es más restrictivo, ya que la Ley de Planificación Familiar de 1993 se encontraba entre las más severas. Ahora, el fallo limita el derecho a abortar solo a dos únicos supuestos: embarazo resultante de una violación o peligro para la salud de la madre.
El aborto por malformación en el feto representaba en torno al 97% de los 1.110 abortos practicados de manera legal en 2019, según los datos del Ministerio de Sanidad. Gran parte de la oposición ha criticado el fallo del Constitucional, como la diputada izquierdista Razem Marcelona Zawisza, que ha lamentado que «el PiS acaba de escupir en la cara a las mujeres».
«En medio de la pandemia, condenaron a las mujeres polacas a torturas, las obligaron a dar a luz a niños con anencefalia, espina bífida, órganos internos encima, ¿y les sorprende que la gente se enoje?», declaró en Twitter:
W środku pandemii skazli Polki na tortury, zmuszają je do rodzenia dzieci z bezmózgowiem, rozszczepem kręgosłupa, organami wewnętrznymi na wierzchu i się dziwią, że ludzie się wściekli?! Wiedzieliście, że tak będzie! Czarny protest Pani przespała? https://t.co/OShGZizfIm
— Marcelina Zawisza (@mmzawisza) October 26, 2020
Miles de personas han salido a la calle este sábado en Varsovia y otras ciudades para protestar contra el fallo judicial. “Quita las manos de mi cuerpo” o “Mantente lejos de mi útero” eran algunas de las frases que se pudieron leer en los carteles de las manifestantes.
No es la primera vez
En octubre de 2016, el parlamento polaco admitió a trámite una iniciativa que proponía prohibir el aborto en su totalidad, lo que provocó una huelga general en todo el país. En aquel «Lunes negro», las mujeres se vistieron de negro y lucharon por sus derechos con éxito, ya que el Gobierno rechazó la propuesta de ley.
Esta vez, las reivindicaciones vienen cargadas con mucha más rabia, porque acaban de retroceder en derechos. Por ello, las mujeres han dejado de trabajar y se movilizan ante las principales vías y carreteras para bloquear las ciudades. Sin embargo, el aborto no es la única razón por la que se han organizado manifestaciones desde 2015, cuando el partido PiS, al que tachan de antidemocrático, volvió a ganar las elecciones.
No ocurre solo en Polonia
Más del 95 por ciento de las mujeres europeas en edad reproductiva viven en países donde las leyes permiten el aborto, según un informe publicado por el Centro para los Derechos Reproductivos (CCR).
Sin embargo, todavía seis países lo restringen o lo prohíben: Andorra, Malta y San Marino no lo permiten bajo ninguna circunstancia, Mónaco lo autoriza después de una agresión sexual, cuando la vida de la mujer está en riesgo y cuando se detecta una anomalía fetal y Liechtenstein solo en los dos primeros supuestos, donde se une Polonia.
También siguen produciéndose intentos de revertir los derechos al aborto en algunos países, como Eslovaquia, que presentó una serie de requisitos obligatorios para abortar, como obligar a la mujer a realizarse una ecografía ultrasónica para escuchar el latido fetal.
Forzar a las mujeres a dar a luz a fetos con deformidades graves les impondrá sufrimientos tanto físicos como mentales, según el grupo Huelga de Mujeres. Además, aumentarán los abortos clandestinos y, a su vez, la probabilidad de que más mujeres mueran en condiciones sanitarias lamentables.
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