La llegada del verano supone la protección contra el sol. Es altamente importante que cada uno sepa la importancia de utilizar protección solar, sobre todo en las horas puntas. Sin embargo, la utilización de estas cremas solares provocan una gran pérdida de la vida submarina debido a los químicos dañinos que contienen.
Se calcula que unas 14.000 toneladas de protección solar contaminan el océano cada año. Uno de los grandes problemas es que los corales son debilitados por los químicos dañinos, además, de los 82.000 toneladas de químicos derivados de cuidado personal.
Dos de los ingredientes más dañinos son oxibenzona y octinoxato. Ambos se usan para absorber la luz ultravioleta. El gran problema es que todos los contaminantes acaban en el océano y son absorbidos por el coral. Aunque no se bañe directamente con la protección solar en el mar, aún terminan en el mar. Los aplicadores de spray hacen que los residuos se queden en la arena y la marea los arrastre hacia dentro. Por otro lado, al ducharse también acaban en el océano.
Hay varios países como Hawaii y Palau que han tomado una importante decisión de ir prohibiendo los químicos del protector solar. Los humanos hemos sido los culpables de la pérdida de gran parte del coral y también es nuestro deber intentar repoblar el ecosistema tan vulnerable.
La solución es muy simple y hará que el océano recupere algo de todo lo que ha perdido debido a la contaminación durante esto últimos años. La mejor opción es utilizar cremas solares que no contengan este tipo de químicos. Cada vez más las empresas ofrecen una mayor variedad que contaminan lo menos posible. Hay que fijarse que indiquen que no dañan el ecosistema marino. Hay muchas opciones a día de hoy y es muy fácil cambiar el protector solar a uno que respete el planeta. ¿A qué esperas para poner tu granito de arena?