El Barcelona-Real Madrid que se tenía que disputar este sábado ha sido aplazado por el Comité de Competición debido a los conflictos que se están viviendo en Cataluña
¿Quién le iba a decir al Barcelona que iba a probar de su propia medicina? El independentismo, movimiento con el que la entidad presidida por Josep María Bartomeu se identifica, le ha pasado factura. Y es que las revueltas provocadas por la sentencia a los políticos presos han hecho que el Comité de Competición considere necesario aplazar el Barcelona-Real Madrid que se debía disputar este sábado al no poder asegurar la seguridad en el Camp Nou.
Una medida que no ha hecho mucha gracia al aficionado en general, pero que podría beneficiar al Real Madrid que no se encuentra en las mejores condiciones en la semana en la que se tenía que disputar el Clásico. Los pupilos de Zinedine Zidane están atravesando un momento crítico después de dejarse el liderato en favor del Barcelona en Mallorca justo antes de afrontar una visita a Estambul que podría significar media eliminación de la Liga de Campeones a las primeras de cambio en caso de derrota.
Todo ello en una semana en la que el Madrid no puede contar con los lesionados Nacho, Marco Asensio, Toni Kroos, Luka Modric y Gareth Bale. Así las cosas, la visita al Camp Nou parecía más bien una visita al infierno. Un infierno que tendrá que esperar hasta diciembre debido al conflicto independentista. Dentro de dos meses no se sabe cuál será la situación de los dos equipos, pero sería muy difícil que la del equipo merengue empeorara todavía más. «Bendito procés», deben estar pensando en Chamartín.