Largo Caballero (Madrid, 15 de octubre de 1869- París, 23 de marzo de 1943)
En el 151º aniversario de su muerte, el Ayuntamiento de Madrid decidía retirar la placa conmemorativa del político situada en la plaza de Chamberí, donde residió. Los partidos de la oposición calificaron esta retirada de «ilegal» y lo denunciaron ante los tribunales. Unos días más tarde, su estatua situada al comienzo del Paseo de la Castellana amanecía con la pintada de «Asesinos, rojos no». Vox se hizo eco de esta pintada y amenazaba «Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso». UGT se encargó de limpiar el grafitti acompañados por dos miembros del Gobierno. La ministra de Trabajo. Yolanda Díaz, lo calificaba como «higiene democrática». Pero, ¿quién fue Largo Caballero?
1876. Con siete años, tras solo tres cursos de escolarización, comienza a trabajar. Lo hace en una fábrica de cartones, después en un taller de encuadernación y una cordelería. A los nueve años de edad, se inicia como aprendiz en el oficio de estuquista, el cual ejerce los siguientes 32 años de su vida.
El movimiento obrero
1890. Pablo Iglesias, presidente de la Unión General de Trabajadores (UGT) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pronuncia un discurso en la fiesta del Primero de Mayo. Largo Caballero decide afiliarse a la UGT e ingresa en la sociedad de albañiles «El Trabajo». Es en el acto de fundación de esta sociedad cuando oye hablar por primera vez al dirigente socialista, lo que según declaró «produjo en su inteligencia el mismo efecto que la luz en las tinieblas».
1893. Largo Caballero se afilia en el Partido Socialista tras crear la Sociedad de Estuquistas «La Solidaridad» de la que era presidente. A pesar de no contar con una gran formación académica, aprende sobre socialismo a través de folletos y los artículos publicados en El Socialista.
1899. Es nombrado vicetesorero en UGT y vocal del Comité Nacional del PSOE en el V Congreso del partido político. Dejará de ostentar el cargo de vocal en 1902, retomándolo en el X Congreso de 1915. Sin embargo, mantiene su oficio como estuquista hasta 1905.
1904. Comienza a formar parte del Instituto de Reformas Sociales, organismo destinado a mejorar las condiciones de la clase obrera, como vocal obrero en representación de UGT.
1905. Es elegido concejal en las elecciones municipales de Madrid por el distrito de Chamberí. Dos años más tarde es elegido presidente de la Agrupación Socialista Madrileña y de la Casa del Pueblo, sede del PSOE. Fue reelegido hasta en cuatro ocasiones como concejal y en una de las ocasiones nombrado diputado provincial. Sus contribuciones fueron, entre otras, la Cooperativa Socialista de Consumo y en especial, la Mutualidad Obrera Madrileña que ofrecía servicios farmacéuticos, médicos y funerarios a todos sus miembros.
1908. Fue elegido vicepresidente de UGT con Pablo Iglesias al frente. Un año más tarde, es condenado a seis años de prisión por un consejo de guerra por presidir un mitin en contra de la Guerra de Marruecos (protestas que desencadenaron la Semana Trágica de Barcelona) y tener «carteles revolucionarios» en su domicilio. No obstante el Consejo Superior de Guerra y Marina anuló la condena.
1910. Pablo Iglesias es elegido diputado en medio de un clima de conflictividad social que deriva en la huelga general por UGT de septiembre de 1911. En este momento, Largo Caballero preside el Comité Nacional por ausencia del presidente Iglesias. El gobierno de José Canalejas declara el estado de alarma tras la convocatoria de huelga, cierra la Casa del Pueblo y detiene a varios dirigentes socialistas, entre ellos Largo Caballero. Se produce la primera intervención pública del socialista, en relación a la huelga de los mineros de Vizcaya y en contra de la represión del Gobierno. Canalejas plantea la ilegalización de UGT, lo que conlleva la dimisión de diez vocales obreros del Instituto de Reformas Sociales, entre los que se encuentra Largo Caballero.
Socialismo en conflicto
1917. Largo Caballero ocupa el cargo de secretario general de la UGT tras el éxito de la huelga general de 1917. Esta protesta, el movimiento militar de las Juntas de Defensa y la Asamblea de Parlamentarios convocada por la Liga Regionalista, dieron lugar a la conocida como crisis de 1917. El 14 de agosto, los cuatro miembros del Comité de Huelga entre los que se encontraba Largo Caballero, fueron detenidos y acusados de sedición. Se inició una campaña popular que pedía su absolución. Sin embargo, esta no obtuvo ningún resultado, por lo que fueron incorporados en la candidatura de la Alianza de Izquierdas para las elecciones generales de 1918. Al ser elegidos diputados, el Gobierno les concedió la amnistía y pudieron tomar su escaño.
El político madrileño también fue nombrado vocal de la Comisión Ejecutiva del Comité Nacional perteneciente a UGT. Además mantenía su cargo como diputado y vocal obrero en el Instituto de Reformas Sociales. Largo Caballero abogó por la política de «intervencionismo», participar y ejercer presión en todas las instituciones del Estado relacionadas con la «cuestión social» con el fin de aprobar leyes que mejorasen la vida de las clases obreras. Sin embargo, para él no suponía renunciar a la transformación de la sociedad defendida por la ideología socialista, sino que el intervencionismo constituía un paso previo necesario.
Los esfuerzos de Largo Caballero se destinaron a unificar las fuerzas obreras, por ello trató de actuar junto a la CNT. Sin embargo, las diferencias ideológicas marcadas por el «apoliticismo» anarquista condujeron al fracaso de estos acuerdos.
1921. Esta no fue la única ruptura dado que dentro del propio socialismo se produjo una escisión que dio lugar al Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Este grupo era partidario de unirse a la Tercera Internacional de Lenin, aunque recibieron la negativa de la mayoría del PSOE y UGT. El PCOE formó con el Partido Comunista Español, el Partido Comunista de España (PCE) en este mismo año.
Largo Caballero participó en la Conferencia de Washington donde surgió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y creó la Federación Sindical Internacional que seguía la Segunda Internacional.
1924. Durante la dictadura de Primo de Rivera, mantuvo su política del «intervencionismo». Aceptó el cargo de representante del Instituto de Reformas Sociales en el Consejo de Estado creado por el dictador, lo que suscitó fuertes críticas dentro del PSOE. Sin embargo, fue apoyado por la mayor parte de la ejecutiva del partido. En 1926 desde la investidura se impulsa desde el gobierno de la dictadura la creación de una Asamblea Nacional, sin embargo no permiten que la UGT y el PSOE elijan a sus representantes, sino que se reservan el derecho de admisión, lo que suscita la ruptura de la «colaboración». En 1929 los socialistas publican un manifiesto exigiendo la convocatoria de elecciones. Largo Caballero considera en este momento que su política del «intervencionismo» carece de eficacia.
De la Segunda República a la Guerra Civil
1931. Tras el Pacto se San Sebastián ocupa el cargo de ministro de Trabajo del Gobierno Provisional y más tarde en el de Manuel Azaña. Largo Caballero fue el impulsor de medidas como la jornada de 40 horas semanales, la ley de Contratos de Trabajo y los decretos de laboreo forzoso. Un año más tarde, es nombrado presidente del PSOE en su XIII Congreso.
A partir de este momento su postura cambia considerando la violencia como inevitable para desplazar la «violencia máxima que ejercería el capitalismo». En 1933 se produce una derrota en las elecciones generales que suscita una ruptura de la coalición republicano-socialista. En este momento abandona la «vía parlamentaria» y encabeza la Revolución de 1934 la cual triunfa solo en Asturias, donde los mineros se hacen con el control de las instituciones durante tres días. Es encarcelado e imputado por rebelión, tras presentar un recurso es juzgado por el Tribunal Supremo y el 30 de noviembre de 1935 es absuelto por falta de pruebas.
1936. Tras el inicio de la Guerra Civil se centra en aunar los esfuerzos de la izquierda, busca así la colaboración del PSOE con el PCE y el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Es nombrado jefe del ejecutivo y ministro de Guerra. Este último mantiene comunicaciones con el Gobierno de Moscú con el que surgen diferencias ante su negativa de ilegalizar el POUM. Esto genera que el ala contraria del PSOE y el PCE fuercen su dimisión.
Largo Caballero se exilia a Francia junto a parte de su familia, quedando dos de sus hijos presos por el bando franquista. Residen en París hasta que la ciudad es tomada por los Nazis, se dirige a Albi donde son detenidos. Tras varios traslados en los que pasa por distintas prisiones y una petición de extradición del Gobierno Franquista rechazada, en 1943 es detenido por la Gestapo. Después de ser interrogado es destinado a Berlín, donde es encerrado en el campo de concentración de Sachsenhausen.
1945. Una unidad polaca del Ejército Rojo libera el campo, Largo Caballero tras una breve estancia en Berlín regresa a París donde retoma su actividad política con el fin de conseguir la celebración de un plebiscito en España. Un año más tarde enferma gravemente y muere en una clínica parisina.
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