Ha sido necesario que pasaran dos siglos para que una mujer formara parte de la Sala de lo Penal en el Tribunal Supremo. Ana Ferrer, quien hasta 2014 ostentaba el cargo de presidenta de la Audiencia Provincial de Madrid, pasó a examinar las causas de mayor magnitud en la Sala Segunda del Alto Tribunal.
A pesar de que ya forme parte del Supremo, esto no convencía a todo el mundo en el momento que fue elegida, el año 2014. Ana Ferrer obtuvo 13 de los 21 votos que conforman el Pleno del Consejo General del Poder Judicial. Con esos trece votos se impuso frente a sus competidores. El magistrado de la Audiencia Provincial de Sevilla, José Manuel de Paul Velasco, consiguó cinco votos. El magistrado de lo Penal de la Audiencia Nacional, Juan Ramón Sáez Valcárcel, obtuvo dos votos y el presidente de la Audiencia Provincial de Alicante, Vicente Magro Servet, logró uno.
Sin embargo, sus hazañas no comienzan ahora, ya que entre sus logros se encuentran ser la primera en presidir la Audiencia Provincial de Madrid o ser una pionera histórica en la judicatura española. Ana María Ferrer García comenzó a ser conocida a mediados de los años 90 por ser la juez encargada del caso Roldán. A partir de 2014, su labor ha sido enjuiciar los casos penales que, por ejemplo, afectan a diputados y senadores. Como ha sido el caso de Junqueras en el Juicio del Procés.
Trayectoria profesional
Nacida en 1959, ingresó en la carrera judicial en 1984. A partir de ahí, ejerció en jurados de primera instancia e instrucción en las localidades de Linares, Aranjuez y Leganés. Desde 1989 hasta 1996 fue titular del juzgado de instrucción nº16 de Madrid. En 1996 consiguió la plaza de magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid, donde estaría destinada 18 años. En 2008 fue nombrada Presidenta de la Audiencia Provincial de Madrid, cargo que ocuparía hasta 2014.
Además de su carrera profesional, ha complementado su actividad jurisdiccional con actividades docentes y de investigación jurídica. Ostentó el cargo de profesora de Practicum y Master en la Universidad Autónoma y en la Alfonso X el Sabio.
Mientras tanto, entre los años 2000 y 2004, fue coordinadora territorial en Madrid de la Escuela Judicial y en 2005 fue miembro de la Comisión General de Codificación además de formar parte de la Comisión Jurídica Asesora para la implantación de la Nueva Oficina Judicial.
Mujeres como Ana Ferrer, demuestran que aunque sea difícil, conseguir un puesto en un mundo de hombres es posible.
Foto: El Mundo
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