Las obras de la calle Montera pueden atraer la atención de los viandantes y hacer que se pierda la perspectiva de lo bonito que ocurre en una de sus paralelas. Situada en la calle de los Jardines y desde 1979, la sala El Sol alberga en su interior los conciertos de artistas como Nil Moliner en un espacio en el que parece que el tiempo se detiene.
La una de la tarde podría no ser la hora habitual en la que un concierto tiene lugar, pero sí es una buena hora cuando el artista en cuestión tiene demasiados compromisos que atender en un solo día. Nil Moliner ofreció a la prensa un concierto con motivo del lanzamiento de su primer disco, Bailando en la batalla, el viernes 21 de febrero.
El artista catalán lleva en la música desde los quince años, sin embargo, su éxito llegó en 2017 con el lanzamiento de su canción Hijos de la tierra. Poco a poco, como si de un gotero se tratase, ha ido regalando a sus fans canciones que todas juntas han conformado Bailando en la batalla.
Nil Moliner y su banda
El concierto
El humo propio de los conciertos quería hacerse protagonista de la escena, pero todo cambió cuando Nil Moliner subió al escenario. La sala comenzó a vibrar con Mi religión para continuar con El Despertar y seguidamente Cien por cien. Dejó para última instancia su nuevo single Bailando.
Los asistentes pidieron un bis al cantante que no dudó en volver al escenario para deleitar, en acústico, a su público con Soldadito de hierro. Su banda regresó también al escenario y pusieron el broche de oro con Esperando. Todas ellas canciones de su primer y esperado disco.
Una vez terminado el concierto, que supo a poco según los asistentes, tocaba volver a subir las empinadas escaleras en forma de caracol para volver a las obras de la calle Montera.
Foto: Claudia Pena
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