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Ser futbolista solo está al alcance de los hombres

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Ser futbolista solo está al alcance de los hombres
Fuente: Twitter Selección Española Femenina de Fútbol

Considerado el deporte rey en la mayoría de los países del mundo, el fútbol tiene una gran repercusión en la sociedad por los millones de aficionados que moviliza y los recursos económicos de los que dispone. Sin embargo, este deporte presenta carencias importantes, ya que no ha sabido adaptarse a los avances de las mujeres en nuestra sociedad patriarcal. Todavía existe una enorme diferencia entre el fútbol femenino y masculino en visibilidad, salario y educación. Tristemente, ser futbolista solo está al alcance de los hombres. 

Contexto histórico

Según los datos de la FIFA, el fútbol femenino comenzó oficialmente en Escocia en 1895. La Primera Guerra Mundial fue decisiva debido a que los hombres combatían en los frentes y las mujeres se introdujeron en el mundo laboral cuando ni siquiera contaban con el derecho al voto, intentando demostrar su capacidad de emanciparse y tener un lugar relevante en la sociedad.

A lo largo de la historia, a las mujeres se les ha educado para ser delicadas y seguir los cánones establecidos: vestidos, tacones y buenos modales, ante todo. Nunca se las ha considerado capaces de realizar trabajos que impliquen fuerza, como el fútbol, que desde siempre se ha visto como un deporte de hombres. A las niñas, como tradición, se les regalaba muñecas en lugar de balones. Estos roles de género provocan la nula visibilidad que recibe el fútbol femenino, por lo que muchas chicas ni siquiera se plantean empezar a practicarlo.

Diferencias salariales

Por otra parte, las diferencias salariales entre mujeres y hombres futbolistas son significativas. Según FIFPro, el 49% de las jugadoras no cobran por jugar y prestar sus servicios. Del 51% que sí que cobra, el 60% de las futbolistas reciben menos de 500€ mensuales; un 30% hasta 1.600€; un 9% hasta 6.500€ y sólo un 1% más de esa cantidad. Mientras que, según el BOE, los hombres de la primera división española tienen un sueldo medio de 4,05 millones de euros y los de segunda división de 283.057€.

Esta brecha salarial se observa también en las grandes canteras de España. Los chicos, desde edades en las que no es legal firmar un contrato profesional, reciben remuneraciones como estudios pagados, residencia, ayudas económicas a familiares, etc. Se estima que de media los hombres en la categoría juvenil (entre 16 y 18 años) reciben un sueldo mensual fijo, que puede ser ampliado dependiendo de los méritos de cada jugador. Las mujeres de estas canteras no cobran e incluso, en muchos casos, son ellas las que tienen que pagar al club para poder practicar fútbol.

Testimonio

Un ejemplo claro es el testimonio de una jugadora de la máxima categoría juvenil, Isabel Deleuze: “A pesar de que, cuando firmas con el club, aseguran ofrecerte lo mismo que a los chicos juveniles, la realidad no lo demuestra. Yo abono 100€ anuales, mientras que los chicos juveniles no pagan e incluso algunos cobran”. De esta manera, se refleja cómo muchas mujeres tienen que compaginar estudios u otros trabajos con su carrera como futbolista para poder mantener la estabilidad económica. De hecho, la mayoría de los equipos de la Liga Iberdrola, máxima categoría del fútbol femenino en nuestro país, se ven obligados a compensar los bajos salarios con empleos en empresas colaboradoras del club, al ser incapaces de completar el Salario Mínimo Interprofesional.

«A mí siempre me ha gustado el fútbol, iba con mi padre a ver los partidos y disfrutaba como una más. Aun así, nunca me planteé ser futbolista, era algo que siempre pensé que no estaba a mi alcance y que era un hobby.  En el colegio, mis compañeros nunca me pasaban el balón. Me decían: ‘tú eres una niña, tú no sabes jugar’ , por lo que desde que entré al instituto supe que quería dedicarme al periodismo deportivo, una alternativa en la que nadie me juzgaría y con la que podría sobrevivir. ¿Cuántas personas como yo cambiaron su futuro y sus sueños por el simple hecho de haber nacido mujer?»

Visibilidad 

Otro de los aspectos que incrementa las desigualdades es la poca visibilidad mediática que recibe. Mientras que el fútbol masculino está a la orden mediática tanto en periódicos y radios como en la televisión, la categoría femenina no tiene casi presencia en los medios de comunicación. Es sorprendente que clubes como el Real Madrid, que deberían ser un impulso para la visibilidad, no tenía equipo femenino hasta 2020.

Imagen
Fuente: Twitter Real Madrid Femenino

Vestimenta 

La vestimenta también perjudica al sexo femenino. En los últimos años, las compañías de prendas deportivas como Nike y Adidas han comenzado a crear pantalones cortos de fútbol para mujeres. Estos se caracterizan por ser notablemente más cortos que los de hombres. Las jugadoras no pueden decidir si vestir los cortos, u otros más largos, según los que consideren más cómodos. Esto ha provocado muchas críticas, ya que es una forma de discriminación y sexismo, al utilizar a la mujer como objeto y sexualizar su cuerpo para conseguir más audiencia. Al hombre se le ve como un gran futbolista de alto nivel, mientras que, a la mujer como una futbolista guapa y con un buen cuerpo.

Hoy, 8 de marzo, es un día para recordar que las mujeres son las grandes olvidadas en el fútbol, al igual que en el resto de la sociedad. Desde que nacen, reciben una educación totalmente diferente que no les permite plantearse la opción de ser futbolistas, y si lo hacen, tendrán que lidiar con los prejuicios sociales. La brecha salarial juega también en su contra, ya que no les permite sobrevivir. Por si fuera poco, casi nunca serán televisadas y se les dará una vestimenta distinta y humillante. Quizás deberíamos plantearnos por qué en pleno siglo XXI sigue habiendo hombres futbolistas millonarios y mujeres futbolistas con enormes dificultades. Mientras tanto, los clubes continúan presumiendo de igualdad. Una igualdad inexistente.

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