La presencia de los patinetes eléctricos como una nueva forma de movilidad urbana es una realidad. La convivencia en las calles se vale ahora de un elemento adicional y los conflictos y accidentes son algo esperable. Según el Heraldo de Aragón y los datos facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza, hasta septiembre la Policía ha impuesto un total de 1.117 denuncias a usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP).
De ese total, más de la mitad de las sanciones, 584, se han concentrado en personas circulando “por un carril, vía, acera o lugar inadecuado”. En este número también se tienen en cuenta aquellas denuncias por contravenir las restricciones marcadas o no respetar la prioridad peatonal y otra normativa. En número de multas, 177, sigue transitar “con peligro para otros usuarios, sin diligencia, de modo negligente o temerario”.
Aparte de las nombradas, ha habido 133 sanciones por aparcar en lugares inadecuados, 73 por circular ebrio o bajo el efecto de las drogas, 57 por ir más de una persona con el patinete, 55 por usar el teléfono o ir con auriculares y, finalmente, 38 por hacer caso omiso de las señales de tráfico.
Guillermo Royo, presidente de la Asociación zaragozana de vehículos eléctricos y de movilidad personal (Azuvemp), se ha quejado de la falta de especificidad de la normativa: «No se sabe por dónde se puede circular y por dónde no. De hecho, la Policía a veces dice una cosa y el Ayuntamiento dice otra».
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