El exvicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha muerto esta tarde a los 67 años tras un ictus. El político, clave en la política española, ingresó en estado grave en la tarde del pasado miércoles. Se le practicó un cataterismo y permanecía en la UCI desde entonces. Según el primer parte médico, al exsecretario general del PSOE se le aplicó el «protocolo diagnóstico y terapéutico habitual». Durante la mañana del jueves, su estado empeoró, pasando a ser de «extrema gravedad», según informaba el parte hospitalario. La capilla ardiente se instalará en el Congreso de los Diputados a las 20:30 horas.
Pedro Sánchez, secretario general del partido al que Rubalcaba perteneció toda su vida y presidente del Gobierno en funciones, decidió esta mañana suspender la agenda que tenía prevista para este viernes y seguir de cerca la evolución del exlíder socialista. Sánchez ha asegurado que fue: «un hombre de Estado y socialista comprometido. Una vida entera dedicada a servir a un país. El fin de ETA y grandes avances sociales llevan su firma. Gracias, Alfredo. Todos, España y el PSOE, estaremos siempre en deuda contigo. Mi cariño para Pilar, su familia y amigos».
Rubalcaba fue diputado durante seis legislaturas, ministro de Educación y Ciencia y ministro de la Presidencia en el gobierno de Felipe González. Durante el gobierno de Zapatero fue ministro del Interior, vicepresidente y portavoz del grupo parlamentario socialista. Después del mal resultado socialista en las elecciones de 2014, Rubalcaba renunció como secretario general del PSOE y se reincorporó como profesor en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid, donde acudió el miércoles con total normalidad. En esta misma universidad empezó sus estudios de Ciencias Químicas.
Su carrera política comenzó con la Federación Socialista Madrileña y el grupo parlamentario socialista del Congreso de los Diputados. Fue director del Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación durante la primera legislatura de la democracia, y después fue director general de Enseñanza Universitaria. Más tarde le nombraron secretario general de Educación, para pasar después a ser secretario de Estado de Educación. Cuando le nombraron ministro de Educación y Ciencia, su carrera ligada a la educación culminó. Desde su posición promovió la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) y la Ley de Reforma Universitaria (RLU).
Desde el ministerio de Interior durante el gobierno de Zapatero, su papel fue clave para la gestión del alto el fuego de ETA y el proceso de poner fin a la violencia terrorista, algo que se rompió con el atentado de diciembre de 2006 en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Esa ruptura del alto el fuego de ETA dio lugar a detenciones masivas de comandos y activistas de la banda terrorista. En las elecciones de 2008, Rubalcaba siguió al frente del ministerio del Interior, y la política antiterrorista siguió la línea que hasta entonces había llevado.
Muchos han sido, desde su ingreso en el hospital el pasado miércoles, los políticos que han mostrado su apoyo al exlíder socialista. La portavoz del gobierno, Isabel Celáa, ha anunciado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que «siempre ha tenido a su alcance los grandes objetivos y ha conseguido tantos… Es un político como pocos». Albert Rivera ha declarado que «lamento profundamente el fallecimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba. Una figura relevante de la democracia española, un político inteligente y un gran parlamentario al que echaremos mucho de menos».
«Los socialistas no mueren, los socialistas se siembran»
Muy triste, muy triste por la pérdida de Alfredo Pérez Rubalcaba. Un gran y enorme dolor.
Mi abrazo para toda la familia del @PSOE, a su familia y amigos. pic.twitter.com/LUjd3fPPuk
— Micaela Navarro (@micaela_navarro) 10 de mayo de 2019
Todo mi apoyo y ánimo a mi amigo y compañero Alfredo Pérez Rubalcaba en estos difíciles momentos. ¡Un fuerte abrazo! https://t.co/Rl6T7R9pAr
— Susana Díaz Pacheco (@susanadiaz) 8 de mayo de 2019