Las siete de la tarde, noviembre y pleno centro de Madrid, la luz es escasa, sin embargo, es fácil encontrar la sede de los populares. La frase “Por todo lo que nos une” ocupa toda la fachada lateral y encima de la puerta un cartel con la cara de Casado te ayuda a saber que has llegado a tu destino. Con acreditación en mano y una vez superado el arco de seguridad, hay que subir a la segunda planta para llegar a la sala de prensa. Una habitación amplia, llena de mesas y algunas pantallas en la parte frontal.
En cada mesa un portátil, decenas de micrófonos de distintos colores y móviles, muchos móviles. En la parte de atrás, los puntos de directo donde lo reporteros ensayan su siguiente intervención. Hay buen ambiente entre los periodistas, se conocen entre ellos, lleva toda la semana cubriendo juntos la campaña. También hay buena relación con los responsables de prensa del partido, a los que no dudan en increpar con peguntas que rara vez consiguen una respuesta clara. A pesar de que la sala de prensa está preparada para acoger a muchos periodistas, no está llena, los que estuvieron allí en la noche del 28 de abril aseguran que entonces “había mucha más gente”.
En la noche del 10N los populares iban detrás de una remontada, después de que en abril el Partido Popular obtuviera los peores resultados de su historia. Finalmente Casado ha conseguido 22 escaños en la repetición electoral, situándose con 88 asientos para la bancada popular. Se ven caras sonrientes entre los militantes, pero quizá no son lo suficientemente alegres.
Sobre las siete y media, con un ambiente calmado ante la falta de resultados un responsable del partido informa de que a las 20:30 comparecerá Teo García-Egea. Ante las preguntas de los periodistas sobre cómo lo están viviendo dice con boca pequeña que “algo hay” pero por ahora “prudencia”.
Ya en la gélida sala de las ruedas de prensa de nuevo responsables partido dicen que no pueden contar nada aunque aseguran “no puede haber terceras elecciones”. Puntual aparece García-Egea, y de nuevo, cautela. El Secretario General agradece el trabajo de sus interventores y apoderados, y mención especial a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por haber garantizado que todos los “españoles puedan ejercer el derecho a voto, vivan donde vivan”
De vuelta en la sala de prensa, se mantiene el mismo ambiente. Cada vez que un responsable del partido transmite alguna información, se crea a su alrededor un corro de periodistas aviados con sus libretas, y en su defecto, móviles intentando apuntar todo lo que dicen. Sin embargo, solo llegan mensajes de satisfacción con la campaña electoral y, de nuevo, cautela.
Según avanza el escrutinio el PP va sumando asientos, mientras los escaños bailan de un partido a otro, del PSOE al PP y de este a Vox. A última hora y con los escaños estables, el PP pierde un escaño pero no ha ido ni a los partidos de su izquierda ni de su derecha. La novedad de la noche: Coalición por Melilla le quita el escaño a Casado.
Tras la sorpresa llegan las batallas en Andalucía y Murcia, los populares y los de Abascal pelean por el escaño decisivo. En Andalucía, está en juego ser la segunda fuerza, puesto que finalmente ocupa el PP pero con Vox a solo 7.000 votos de diferencia. En Murcia, los populares no corren la misma suerte. Vox se posiciona como primera fuerza en la región, la única comunidad donde ocurre esto.
En abril, el Partido Popular perdió dos de sus feudos históricos: Madrid y Galicia. Anoche, Casado no recuperó Madrid pero consiguió igualarse al PSOE con 10 escaños, aunque perdió en votos. Sin embargo, Galicia volvió a elegir al PP. En Cataluña, Cayetana ya no estará sola, ha conseguido en esta comunidad dos escaños. Donde no triunfó en abril ni lo hizo ayer fue en País Vasco, el PP se queda fuera de nuevo, a pesar de su apuesta fuerte por la hermana de Miguel Ángel Blanco.
Con el escenario preparado en Génova 13 y los simpatizantes ataviados con las banderas, Casado sale a hacer el balance de la noche. Lo hace acompañado de las caras visibles del partido, García-Egea, Maroto, los líderes madrileños Ayuso y Almeida, también se pudo ver a Ana Pastor y Suárez-Illana. Está contento, pero mantiene la prudencia, en su discurso asegura que Sánchez “ha perdido su referéndum” aunque dice que esperarán a lo que Sánchez haga. Finaliza su discurso asegurando que “este partido volverá a liderar el futuro de España muy pronto”.
A pesar de que los populares quisieron mantener la sonrisa, eran más forzadas que de alegría. Después del cambio de imagen de Casado, un discurso centrista y moderado han recuperado 22 escaños pero se traduce en poco más de seiscientos mil votos más que en abril. El Partido Popular no ha subido tanto como auguraban las encuestas, sin embargo, Vox sigue subiendo y cada vez se acerca más al partido de Casado. Se esperaba una remontada con la que llegar a la cima, y los populares se han quedado a medio camino con la extrema derecha cogiendo carrerilla.
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Foto: InfoDiario