La sentencia de 1973 que reconocía el aborto como un derecho constitucional, conocida como Roe versus Wade, se ha visto amenazada una vez más por la ley aprobada este martes en Alabama.
La 14ª enmienda garantiza el derecho al aborto durante todo el periodo de gestación, de manera que son los diferentes estados los encargados de establecer los plazos en los que la intervención está permitida en su territorio. Durante estos 20 años no han cesado los intentos de limitar este derecho, hasta un total de 16 estados han aprobado o desarrollado legislación este año con este fin. Su objetivo es que el Tribunal Supremo se plantee revisar la histórica sentencia, ya que se ven reforzados por el gobierno de Trump y la mayoría conservadora en dicho tribunal.
Sin embargo, la ley aprobada por amplia mayoría en la cámara alta de Alabama, ha disparado todas las alarmas al dejar el aborto bajo mínimos. Esta normativa, que de no ser paralizada por un tribunal entraría en vigor en un periodo de seis meses, permitiría el aborto únicamente en caso de riesgo de la vida de la madre. De este modo se declara ilegal en supuestos como la violación o el incesto, tras no prosperar la enmienda presentada por el grupo demócrata que buscaba proteger estos casos en la ley. Además establece una condena de hasta 99 años de prisión para los médicos que llevasen a cabo la intervención.
La medida ha salido adelante por 25 votos a favor frente a 6 en contra, todos masculinos. No obstante, para entrar en vigor es necesaria la firma de la republicana Kay Iver, aspecto que los congresistas dan por sentado debido a que tiene una dura postura frente al aborto.
Terri Collins, promotora de esta medida declaraba que “un niño no nacido merece amor y protección”, también ha expresado su deseo de que este caso llegase a la Corte Suprema, convencida de que algún tribunal va a impedir su implantación debido a su carácter inconstitucional.
Hasta el momento, ningún estado ha conseguido implantar las leyes del latido del corazón del feto, contrarias a que el procedimiento se pueda llevar a cabo a partir del momento en el que un profesional pueda detectar un latido en el vientre. Esto ha suscitado muchas críticas, dado que el latido se puede percibir desde las seis semanas de gestación, momento en el que la mayoría de las mujeres desconocen su estado. Sin embargo, los gobernadores de los estados de Kentucky, Mississippi, Ohio y Georgia ya han firmado las respectivas leyes basadas en este principio por lo que entrarían en vigor en los próximos meses de no encontrar impedimento.
En los últimos meses esta cuestión ha trascendido los tribunales, llegando a calles y redes sociales. La actriz y activista, creadora del #MeToo, Alyssa Milano convocó una huelga sexual con el hashtag #SexTrike en twitter en respuesta a estas decisiones políticas. Mientras que la Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU de Alabama ha declarado que presentará una demanda junto a Planned Parenthood, para detener esta prohibición constitucional y proteger el derecho de cada mujer a decidir sobre su “atención médica, su cuerpo y su futuro”. Además, cientos de mujeres de a pie han comenzado a movilizarse en redes sociales y compartir sus experiencias en protesta por estas normas.
Imagen: Christopher Aluka Berry (Reuters)
