En 2004 el entonces Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, creó la I Conferencia de Presidentes como símbolo de diálogo institucional. Era la primera vez que se abría un foro político de diálogo entre las autoridades de representación política territorial de España. A día de hoy, la Conferencia de Presidentes es el máximo órgano de cooperación política entre el Gobierno central y los Gobiernos de las Comunidades Autónomas, así como los de Ceuta y Melilla. Sin embargo, su utilidad ha sido cuestionada por varios cargos políticos en las últimas semanas.
Una de las causas podría ser la falta de diálogo institucional dentro del Estado autonómico, que no consigue hacerse un hueco entre el debate partidista y electoral de los representantes políticos. Asimismo, es necesario tener en cuenta el grado de complejidad de un sistema tan descentralizado políticamente como España que, sin duda, afecta a la configuración de los poderes públicos, a la distribución de competencias y hace más complejo el sistema de relaciones interinstitucionales.
¿Para qué sirve?
Para canalizar esas relaciones hacen falta mecanismos de coordinación y cooperación multilateral, como la Conferencia de Presidentes o la Conferencia de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas. En este sentido, la Conferencia de Presidentes se centra en el debate de las políticas públicas sectoriales y territoriales de ámbito estatal, en las relaciones de cooperación del Estado con las Comunidades Autónomas y en el impulso de los trabajos de las Conferencias Sectoriales y de otros órganos multilaterales de cooperación. En ella se reúnen el Presidente del Gobierno y los Presidentes de las 17 Comunidades Autónomas.
Básicamente sirve para resolver conflictos que no pueden resolver otros órganos y que necesitan la autoridad del presidente del Gobierno. Por ejemplo, en la Conferencia de Presidentes celebrada este viernes, los principales temas han sido el reparto de los fondos europeos, la evolución de la pandemia y la despoblación.
¿Es eficaz?
Bien es cierto que, aunque la Conferencia de Presidentes se ha ido consolidando con el paso del tiempo y ha mostrado especial importancia durante la pandemia -durante el primer estado de alarma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocó la Conferencia en 14 ocasiones y desde entonces se han reunido cuatro veces más-, no ha resultado ser tan eficaz como podría haber sido, entre otras cosas, por su irregular periodicidad. Es por eso por lo que Pedro Sánchez anunció el pasado martes su intención de celebrar dos Conferencias de Presidentes al año para fortalecer este organismo.
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