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PRÓXIMO ¿es posible el amor en la distancia?

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obra de teatro próximo madrid
Santi Marín y Lautaro Perotti. PRÓXIMO. / Foto Paula María de la Fuente, InfoDiario

El Teatro Infanta Isabel abre sus puertas a la obra PRÓXIMO, escrita y dirigida por el argentino Claudio Tolcachir de la mano de los actores Santi Marín y Lautaro Perotti. La historia es un homenaje al amor que busca sembrar preguntas y quebrar los prejuicios que rodean al amor a distancia. Tras su estreno en Latinoamérica, PRÓXIMO estará en Madrid del 23 de marzo al 28 de abril de 2021, con una función cada martes y miércoles a las 20:00 h. Un día después de su estreno en la capital, InfoDiario se reúne con los protagonistas para hablar de amor, videollamadas por Skype y la magia del teatro. 

PREGUNTA: PRÓXIMO es una obra singular porque gira en torno a una relación por Skype ¿cuáles fueron vuestras primeras impresiones al leer el guion?

SANTI MARÍN. No hubo una primera lectura como tal, el proceso de trabajo fue diferente en este sentido. Estábamos en ciudades distintas, en Argentina, en Madrid y Claudio, el autor y director, estaba en Italia. Empezamos con unas sesiones por Skype y cuando llegamos a Buenos Aires empezamos a improvisar a partir de lo que nos sugería Claudio, él por la tarde escribía, nos mandaba los textos y por la mañana ensayábamos. Fueron como dos meses de un proceso creativo muy intenso, que disfrutamos mucho también. No hubo un primer guion; se fue construyendo la historia. 

LAUTARO PEROTTI. La lectura, que en la mayoría de los procesos se hace antes de comenzar, la pudimos ver más cercanos al estreno que al comienzo. 

P: Desde el primer momento esta obra ya estaba marcada por la distancia y las relaciones a través de las redes. 

LP:  Sí, nace de las ganas que teníamos de trabajar los tres juntos. A diferencia de otras obras, primero estaba el equipo y de él surgió la obra. 

teatro Próximo Skype
Atrezo de la obra Próximo. / Foto Paula María de la Fuente, InfoDiario

P: ¿Os ha supuesto un gran reto el hecho de interpretar este papel? El no miraros en ningún momento de la obra tiene que ser un desafío. 

SM: Sí, al principio fue un “temita”. Comenzamos con el Skype encendido hasta que en un momento Claudio dijo que prefería que no nos viésemos en ningún momento de la función. Realmente el no tener la mirada del otro, que es lo principal en el trabajo del actor, es complicado. Le hemos intentado dar la vuelta y al final se convierte en un juego, aparte estar muy alerta y nos tenemos que estar escuchando. 

LP: Pero sí es un desafío grande, te obliga a convertir el problema en una virtud, no te ves y es complicado. 

«Había gente que nos decía «yo no tengo ni idea de qué es Skype, pero yo tuve un amor por correspondencia, eran otros tiempos, pero era lo mismo».

P: Puede que este año más que nunca muchas personas se sientan identificadas con lo que se representa en la obra ¿creéis que antes no éramos conscientes de que se estaban dando estas relaciones virtuales o completamente a distancia?

LP: Mira, cuando estrenamos el espectáculo en Argentina, una de nuestras dudas era esa, ¿las personas mayores, que son las que más van al teatro, entenderán lo que es una relación por Skype? Y en esas primeras tertulias con el público en las que estábamos con esa inquietud, las señoras mayores nos decían “¿pero cómo no voy a saber qué es Skype si yo conocí a mi nieto que vive en Italia a través de eso?”, “yo veo ahí  cómo está mi hijo que estudia en otro país”. Nos dimos cuenta de que era algo que estaba más incorporado en la vida de todos de lo que pensábamos. 

También había gente que nos decía «yo no tengo ni idea de que es Skype pero yo tuve un amor por correspondencia, eran otros tiempos, pero era lo mismo». Obviamente, después pasó lo que pasó en el mundo y todo se resignifica. Hoy en día todos, aunque no hablemos de amor o de conocer a alguien, nos relacionamos más a través de estos sistemas que del contacto físico. Creo que sobre todo, lo que plantea la obra, es que es un instrumento que, bien utilizado, permite el acercamiento con otras personas, el sentido positivo. 

P: Nos ha llamado mucho la atención una pregunta que se lanza en la sinopsis ¿podemos amarnos sin tocarnos, sin olernos y sin conocer la piel? ¿Vosotros creéis que puede pasar esto?

SM: Sí, es algo que plantea la función y yo creo que el espectador se contesta o se queda pensando en eso después de haber visto la historia de estos dos seres. Pero sí, creo que queda abierto, no es algo que el director haya contestado.

LP: Es interesante plantear la duda, sobre todo escapar de prejuicios propios, igual tendemos a pensar “no, eso es imposible”. Y, sobre todo, me parece que una de las cosas que plantea la obra precisamente es esa, poder escaparse del prejuicio y poder animarse a descubrir. Como espectador, poder animarte a ver qué pasa y ver si es posible esto que está surgiendo, una relación a la distancia, si es menos profunda o menos valiosa que otra que no lo sea. En tanto nos permita el teatro en general y la obra en particular, dejar a un costado los prejuicios, poder ver sin tantos filtros de por medio, ya es un ejercicio que vale la pena. 

P: Y en este sentido ¿creéis que es diferente la soledad que se pueda sentir tras el apagón de pantalla cuando se cuelga la llamada al que podemos sentir cuando nos despedimos en persona?

SM: Puede ser diferente y más desolador a lo mejor el apagar la pantalla, porque te quedas solo, en esa despedida en persona hay una cercanía, un abrazo, pero ¿qué pasa en el cuerpo cuando ese Skype se apaga? Es tremendo, pero sobretodo creo que es muy reconocible en un momento como el que estamos viviendo. Lo hemos vivido durante muchos meses en los que estábamos encerrados en casa y nuestra única ventana al exterior era ese Zoom o ese Skype y qué nos pasaba después de tener esas reuniones. Se crea una sensación muy fuerte y creo que está ahora muy patente en las funciones, creo que hay un antes y un después en PRÓXIMO. 

«En tanto nos permita el teatro en general y la obra en particular, dejar a un costado los prejuicios, poder ver sin tantos filtros de por medio, ya es un ejercicio que vale la pena.»

P: La obra se plantea como un homenaje al amor ¿cómo le explicaríais a esa parte del público, que no ha experimentado este tipo de relaciones a distancia, que puede darse el amor así?

SM: ¿Por qué no? ¿Por qué ponerle etiquetas o decir cosas cuando no sabes si la vida te va a sorprender y vas a conocer al amor de tu vida a 20.000km de aquí? A lo mejor toda esa gente que piensa que no es posible, de repente en cinco años le dan una bofetada de realidad y le pasa.

LP: A mí me parece que es interesante, más que nada despertar esta duda y ver qué sensación te queda después. A mí si con el teatro podemos ampliar las posibilidades, salir un poquito de tu realidad y ponerte en el lugar del otro pues creo que el teatro está cumpliendo su función. Y particularmente con este espectáculo, si la gente viene puede creer en esta historia de amor independientemente de cómo surja y en qué país está cada uno, se abre algo que para nosotros ya es importante. Que el espectador descubra que hay formas de amar que pueden ser distintas a las de ellos, pero que no son ni menos ni más valiosas. 

SM: Eso en cuanto a lo virtual, pero respecto al amor entre dos hombres. Algo muy bonito que nos pasó es que una señora se acercó y nos dijo “nunca pensé que me iba a emocionar una historia de amor entre dos hombres” que a priori dices jo por qué no, pero la cabeza de esa señora que va a ver una función y de repente se le abre un universo, yo con eso ya me quedo feliz, porque le ha hecho replantearse sus esquemas de vida. 

«Si la gente viene puede creer en esta historia de amor independientemente de cómo surja y en qué país está cada uno, se abre algo que para nosotros ya es importante.«

P: Acabáis de estrenar la obra en Madrid, ¿cuál fue la reacción del público?

SM: Fue un estreno precioso la verdad. 

LP: Si fue un estreno muy hermoso, muy cálido, había muchas ganas. Hoy en día el estar en un estreno, el estar haciendo funciones de teatro ya es emocionante, hay algo que se genera y es muy lindo, que lo teníamos siempre y que bueno durante todo este último año ha sido muy difícil. Entonces, cada vez que los actores y el público podemos encontrarnos en un escenario ya es muy emocionante. Ayer con la función, fue algo muy emotivo, la gente se quedaba a esperarnos para contarnos sus experiencias, nos escribieron, fue muy hermoso, estamos felices, aún seguimos con la sensación en el cuerpo. 

Skype teatro Próximo
Fachada Teatro Infanta Isabel y cartel de la obra Próximo. / Foto Paula María de la Fuente, InfoDiario

P: ¿Creéis que la gente se siente segura en el teatro?

LP: Sí y es muy importante decirlo y experimentarlo, todos los teatros, y este en concreto, el Infanta Isabel se preocupa mucho porque la gente viene una vez al teatro y si tiene una mala experiencia no vuelve y hay que decirlo porque sucede en toda España.

Ahora mismo el lugar más seguro es tu casa, pero una vez que decides salir de casa, el teatro es uno de los lugares más seguros. Hay medidas de higiene y seguridad muy fuertes, hay protocolos, hay distanciamiento, entradas y salidas del patio de butacas muy organizadas, eso es muy importante. Queremos que la gente que venga esté tranquila, se sienta segura para poder disfrutar del espectáculo y se vayan habiendo tenido una buena experiencia. 

P: ¿Qué le diríais a una persona que se está planteando si venir a ver la obra o no?

SM: Que no se lo plantee, que venga. 

LP: Que vengan y después hablamos si tienen alguna queja -risas-. Creo que PRÓXIMO es un espectáculo que tiene muchísimo humor, es muy tierno y de una o de otra manera, el espectador siempre se siente reflejado en algo, hay algo que entiende aunque sea una historia muy distinta, por los motivos, por la forma. 

SM: La gente joven también lo agradece mucho, que a veces cuesta que vaya al teatro y es una obra que también es para ellos, aunque animamos a toda la gente, naturalmente.

LP: Y a toda la gente que tenga ganas de enamorarse. En Argentina, de hecho, empezó a ser una obra de teatro de primeras citas y a la salida pasábamos por el restaurante de al lado y veíamos cómo se iban formando historias y decíamos bueno, si en la obra se enamoran por Skype, ¿por qué ellos no se iban a enamorar en el teatro? Nos pareció muy lindo. 

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