El tenista mallorquín ha decidido junto a los médicos abandonar su participación en el primer torneo de 2019 por precaución después de que una resonancia alertara sobre un pequeño problema en el muslo izquierdo.
Rafa Nadal empieza el año igual que lo acabó en Abu Dhabi. Tiene que dejar de jugar por molestias, esta vez en la pierna izquierda. En esta ocasión debía de enfrentarse a Jo-Wilfried Tsonga en Brisbane, pero con el Open de Australia a la vuelta de la esquina, han decidido no arriesgar.
El español no sale de una y ya está metido en otra. La pasada campaña no fue la deseada, por culpa de su rodilla izquierda solo pudo acabar un torneo sobre pista, el Master 1.000 de Toronto, con la casualidad de haber salido campeón. Por lo demás, solo sobrevivía medianamente bien sobre hierba y tierra batida. En esta ocasión, el número dos del Ránking ATP ha preferido dejar de lado este primer torneo para centrarse en el próximo open australiano que comienza el día 14 de enero.
Ya tuvo que retirarse del encuentro benéfico arábico, pero ahora se encontraba con ganas, aunque tal y como dijo en rueda de prensa: «Todos los médicos de aquí y los de mi confianza en España me han dicho que aunque mis sensaciones sean mejores, si juego aquí hay un riesgo importante de que no pueda estar jugando en Melbourne.» Y es que, de seguir adelante se podría haber enfrentado a otro mes más de lesión, por lo que el tenista no está por la labor.
Ahora solo falta saber si realmente estará al cien por cien para Australia o hay que esperar a Indian Wells en marzo para ver la mejor versión del español.