Hoy, 15 de septiembre de 2018, se cumple una década de la caída del mayor banco de inversiones del mundo, Lehman Brothers. Esto produjo una reacción en cadena que se propagó más allá de las fronteras de EEUU y tendría unas consecuencias devastadoras en las economías internacionales.
Lehman Brothers debe su nombre a tres hermanos: Henry, Emanuel y Mayer. Provenientes de una familia ganadera judía de Alemania se trasladaron a finales del s.XIX a Alabama, sur de EEUU, donde Henry abrió una tienda, H. Lehman. Más tarde se incorporaría su hermano Emanuel, pasándose a llamar H. Lehman & Bro, y finalmente se apodaría Lehman Brothers con la incorporación del tercer hermano, Mayer. La tienda se dedicaba al comercio de ropajes y telas pero, con el boyante negocio algodonero del sur del país, comenzaron a aceptar algodón como forma de pago en especie.
Con el paso del tiempo el algodón se convirtió en la primera fuente de ingresos de la empresa familiar y se trasladó a Nueva York, donde se emplazaba la Casa de Comercio del Algodón y las principales fábricas y bancos. Tras la Guerra Civil norteamericana, Lehman Brothers comenzó a invertir en bonos ferroviarios, también entraron en el comercio de café y se dedicaban parcialmente al asesoramiento financiero.
En 1887 Lehman Brothers comenzaría a cotizar en Wall Street. En 1906 la entidad empezó a trabajar con créditos bancarios y pasaría a ser un banco de inversión propiamente dicho. La empresa superaría el crack del 29 y la Gran Depresión posterior.
En los años de euforia previos a la quiebra de Lehman Brothers el sector inmobiliario vio cómo no paraba de crecer y se formaba una burbuja en el sector. Los prestamistas concedían hipotecas sin preocuparse por si los prestatarios tenían capacidad económica de pagar. Los bancos inversores empaquetaban esas hipotecas precarias con otros productos financieros y se vendían calificados como buenos. Por entonces, se utilizaba un medidor de riesgo para los bancos de inversiones llamado VaR (Value at Risk), que alertaba de las posibles pérdidas de una de estas entidades si las operaciones del día salían mal. El problema era que el VaR se basaba en la experiencia histórica, por lo que no fue capaz de medir una situación tan improbable como el impago de las hipotecas. Actualmente el VaR no es casi usado para la medición de riesgos.
El sector inmobiliario estadounidense y su burbuja reventó con el impago de las hipotecas subprime por parte de los prestatarios. Esto provocó una falta de crédito en cadena que se llevó por delante a Lehman Brothers y muchas otras entidades. Con unas pérdidas sensiblemente mayores, Lehman fue el único banco que no fue rescatado, los demás fueron comprados por otras entidades: «el mercado había perdido por completo la confianza en Lehman», confesaba el expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. En el primer semestre de 2008, Lehman había perdido el 73% de su valor en bolsa. El banco había estado en conversaciones con Barclays y Bank of America para su venta que no resultó. Finalmente, Lehman Brothers no pudo ser rescatado y presentó formalmente su quiebra en los juzgados el 15 de septiembre.
Denominada la Gran Recesión en EEUU, no se vivía una crisis tan devastadora desde el crack de Wall Street en 1929. Según el Fondo Monetario Internacional, 24 países experimentaron quiebras bancarias. Aunque sus efectos se han paliado parcialmente, no se ha conseguido llegar a los niveles económicos previos a 2008.