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Esto es lo que deberías saber sobre la copa menstrual

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¿Qué es la copa menstrual?¿Cómo se utiliza?¿Para qué sirve?¿Con qué materiales está fabricada? Te lo contamos en InfoDiario.es
¿Qué es la copa menstrual?¿Cómo se utiliza?¿Para qué sirve?¿Con qué materiales está fabricada? Te lo contamos en InfoDiario.es

Durante las 520 menstruaciones que una mujer tiene a lo largo de su vida, se utilizan más de diez mil compresas y tampones. Además de suponer un gasto de dinero importante, el impacto medioambiental que estos productos generan es la preocupación que está haciendo que muchas mujeres se pasen a la copa menstrual.

¿Qué es la copa menstrual?

Es una copa de silicona médica que se introduce en la vagina y recoge todo el flujo que expulsamos durante nuestra regla. Hay dos tallas: la A, para mujeres que aún no han parido, y la B, recomendada para mujeres que ya han dado a luz. Se puede utilizar durante diez años, y una vez quieras desecharla no contamina porque la silicona está prácticamente hecha de silicio, que es el segundo elemento más común en la tierra y porque no tiene componentes peligrosos, aunque los expertos recomiendan cortarla en trocitos y enterrarla en el campo para que se descomponga por sí misma.

¿Por qué debería usarla?

Una mujer suele utilizar unos 18 tampones o compresas durante su periodo. De hecho, se estima que todas esas compresas que una sola mujer desecha pueden alcanzar, tirando por lo bajo, los 136 kilos. Pero, es más, aunque lo más visible de la contaminación que estos productos generan son los desechos, su fabricación tiene un impacto medioambiental más dañino si cabe. Pese a que la composición de los tampones no se conocía hasta hace un año, los fabricantes de Tampax publicaron que están hechos de algodón, poliéster, polipropileno y rayón, una fibra artificial hecha de celulosa. Para fabricar esta fibra de algodón es necesaria mucha agua, pesticidas y fertilizantes. Las compresas, por su parte, según desveló Ausonia, están hechas de polietileno con microporos que facilitan el paso del flujo menstrual al interior de la compresa, otra capa de polietileno y viscosa, celulosa, gel absorbente y otra lámina de polietileno impermeable para impedir que se manche la ropa interior, lo que suponen tres capas de plástico y una de celulosa. Para la fabricación del poliéster, por ejemplo, se necesitan derivados del petróleo, y en su producción se requiere mucha agua. Pero no solo eso, porque todos estos productos están envueltos en una primera capa de plástico individual para después agruparlos en un pack que también suele ser de plástico, que finalmente acaban en los mares y océanos.

¿Cómo se utiliza?

El uso es francamente sencillo. Es imprescindible lavarse las manos antes de coger la copa, y hay que hervirla antes y después de cada periodo. Hay muchas formas de ponerse la copa menstrual: por ejemplo, ya con las manos limpias, hay que coger la copa y doblarla en forma de V, e introducirla recta en la vagina. Una vez dentro, debes moverla por el trocito que queda fuera de la vagina para asegurar que esté bien puesta y ha hecho efecto ventosa. Si alguna parte de la copa queda doblada -algo que puede pasar con bastante facilidad-, tendrías que meter los dedos para colocarla en su sitio, no es demasiado complicado. Normalmente no se tardan más de 3 minutos en ponerla. Para sacarla, hay que introducir el dedo para presionar una parte de la copa y expulsar el aire que queda dentro. Después solo hay que tirar como si fuera un tampón, vaciar la sangre en el váter, limpiar los restos con agua o papel higiénico y volver a colocarla.

Me parece una alternativa poco higiénica…

Para nada. La copa menstrual es uno de los medios más higiénicos para convivir con la regla. Aunque para muchas aún sea un tabú, la copa ayuda a conocer tu cuerpo, a saber cuándo el flujo es más fuerte y cuándo más débil. Es un ejercicio de autoaceptación, de que la sangre no da asco porque es natural, proviene de nuestro cuerpo y hay que vivir con ella, sin sentir rechazo hacia ella o nuestro cuerpo. Además, te darás cuenta de que el olor tan desagradable que desprendía el flujo es parte del pasado, pues los culpables son los productos químicos de los que están hechos los tampones y compresas. Puedes tenerla desde 4 a 12 horas, y puedes cuadrarte los horarios para cambiarte antes de salir de casa por la mañana y cuando llegues por la tarde o noche, para no tener que hacerlo en baños públicos. Aunque tampoco supone ningún problema hacerlo fuera de casa, porque es tan sencillo como sacarla de la vagina, vaciar la sangre en el váter y secar los restos que queden con papel higiénico para volver a introducirla de nuevo.

¿No son un poco caras?

Hay copas de todos los precios, desde los 8-9 euros de Mercadona o Carrefour -que está bien para empezar-, pasando por 15, 20 y hasta 30 euros si buscamos marcas más especializadas, como Intimina -muy recomendada, por cierto-. Debes tener en cuenta que, por 30 euros como mucho, la copa puede durar hasta diez años. Por el contrario, si usamos casi dos paquetes de compresas o tampones en cada regla, con un precio medio de tres euros, durante doce menstruaciones al año, el dinero que estás gastando actualmente es mucho superior.

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