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Eulogio Paz: “No tengo por qué perdonar a los asesinos de mi hijo”

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Eulogio Paz
Eulogio Paz Entrevista

Los atentados del 11 de Marzo de 2004 marcaron un antes y un después en la historia de España. Un punto de inflexión a partir del que se produjo una escisión en la sociedad española. 15 años después, solo 8 de los 18 condenados por los atentados siguen en la cárcel. Las víctimas que sobrevivieron cargarán con las consecuencias para siempre, los asesinados no volverán jamás a su casa y los familiares de los fallecidos nunca recuperarán esa parte de sus vidas que les arrebataron. Por eso, una década y media después, la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, sigue velando por las víctimas ante las recurrentes especulaciones y conjeturas sobre los atentados que todavía siguen vigentes. Eulogio Paz es uno de esos familiares. Nunca recuperará a su hijo, pero a día de hoy, como presidente de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, lucha porque los que sobrevivieron puedan salir adelante. 

 

Pregunta: 11 de Marzo de 2004, se producen los atentados de Atocha, ¿puede hacernos un breve resumen de cómo surgen los acontecimientos y cómo los recuerda?

Respuesta: Bueno, en primer lugar, no sólo fueron los atentados de Atocha. Fueron cuatro atentados en diferentes trenes de cercanías de Madrid. Uno de ellos fue en la estación de Atocha, otro en la estación de El Pozo, donde precisamente más asesinados hubo, otro, en la de Santa Eugenia y otro junto a la calle Téllez, cerca de la estación de Atocha. Hubo explosiones en cuatro trenes de cercanías de Madrid que produjeron 192 fallecidos. En realidad, 193, porque al cabo de 10 años murió Laura Vega, que había estado todo este tiempo en coma. Y cerca de 2000 heridos.

Sobre cómo lo recuerdo -hace una pausa para suspirar-, pues bien, estaba en mi puesto de trabajo, llegué pronto por la mañana como cada día. En la mesa de uno de mis compañeros sonó el teléfono y lo cogí, era la mujer de ese compañero mío preguntando por él porque se había enterado de que habían explosionado unas bombas en Atocha. Colgué el teléfono y como tenía el ordenador a mano en mi trabajo, entré en internet a comprobar la trayectoria de los trenes en los que habían puesto las bombas, ya que supuse que Daniel podría estar en uno de ellos por la hora a la que había ocurrido. En concreto, el que iba desde la Sierra de Guadalupe de Vallecas hasta Atocha era uno, y pensé que Daniel podría viajar en él. Llamé a su teléfono y no lo cogía. A partir de ahí abandoné mi lugar de trabajo y me fui a recorrer hospitales para ver si había alguna noticia. Estuve en el Gregorio Marañón, en el Doce de Octubre,  en La Paz, e incluso en el Niño Jesús, pero no había ninguna noticia de él. Volví sobre las dos de la tarde al Gregorio Marañón y nos redirigieron a la IFEMA porque podría estar allí o podrían tener otras noticias. Nos dirigimos allí. Lo primero que nos pidieron fueron señales que pudiesen ayudar a identificar a Daniel. Le dimos algunas significativas como la señal que tenía en el codo de haberse caído cuando hacía karate. Esperamos parte de la tarde y toda la noche y nos hicieron las pruebas de ADN a su madre y a mí para poder identificarlo. Al día siguiente nos dijeron que con las pruebas tenían más o menos localizado a Daniel y nos fuimos a casa a esperar los resultados del ADN. Al cabo de seis días nos entregaron su cuerpo y lo incineramos.  

 “Hay gente que no ha vuelto a coger un tren o no ha vuelto a confiar en la gente”

P: Nos encontramos a 12 de Noviembre de 2019, 15 años después de este fatídico suceso ¿cuál es la situación de las víctimas y sus familiares en la actualidad?

R: A nosotros no nos gusta hablar de “suceso”, un suceso es algo que pasa, cualquier cosa, cualquier día, esto no lo fue. Nosotros tenemos que ser más estrictos y llamar a esto por su nombre, lo que pasó fue un atentado, con unas connotaciones determinadas a las que no hace referencia la palabra “suceso”, y tenemos que tratarlo de esta forma, porque es la única manera de reivindicar la realidad de nuestra situación.

En cuanto a tu pregunta, 15 años después seguimos trabajando en lo fundamental, la atención de las víctimas. Un atentado de esta envergadura pilló descolocado al gobierno, y bueno, a todo el mundo. Ya habían hecho frente a atentados de ETA pero tenían otra cadencia diferente, y este pilló desprevenidas a las instituciones, que no sabían qué hacer frente a esto. Entonces, a partir de ahí se creó nuestra asociación con la idea de atender a las víctimas en diferentes facetas, la parte médica, la parte psicológica, la parte jurídica, la parte social y la parte de formación. Todas son igual de importantes, pero la parte psicológica tiene especial importancia, hay gente que no ha vuelto a coger un tren o no ha vuelto a confiar en la gente. Con cada aniversario, recuerdan ese momento y vuelven a recaer, van y vienen. Nuestra misión es ayudarles a que cada vez se suavice más ese sentimiento.  A día de hoy las víctimas luchan por mejorar en estas facetas y nosotros les prestamos todo lo que hay a nuestro alcance para ayudarles.

P: La Asociación 11-M Afectados del Terrorismo nace el mismo año en el que se producen los atentados que le dan nombre,  ¿con qué ambición surge la idea de crear esta asociación?

R: Dentro de nuestra Asociación no hay sólo víctimas del 11M, dentro de nuestra asociación hay víctimas de ETA y de los atentados de Cataluña de 2017. De hecho, nosotros llevamos acusaciones particulares y la acusación particular del juicio de estos últimos, por lo que estamos abiertos a ayudar a víctimas de otros atentados. Lógicamente nuestra asociación nace a raíz del atentado del 11 de Marzo y para la atención a las víctimas de este, porque no existía ninguna asociación que amparase a tal número de personas. Ya existía la Asociación de Víctimas del Terrorismo, pero eran fundamentalmente víctimas de ETA y para un atentado de esta envergadura ni el gobierno ni la AVT supieron dar una solución.

“La implicación del gobierno para nosotros fue nefasta”

P: ¿Cuál ha sido la cobertura política que han recibido desde el momento de los sucesos?

R: La implicación del gobierno para nosotros fue nefasta. El día después de los atentados el tema estaba claro, había sido el terrorismo yihadista, y sin embargo, el gobierno se empeñaba en implicar a ETA. Había elecciones tres días después y en Moncloa lo que se barajaba era que si había sido ETA ganaban las elecciones, pero como no fuesen ya las habían perdido. Para los periodistas esto es un silogismo filosófico, las hemos perdido, luego no ha sido ETA. Yo creo que fue un gran error del gobierno obcecarse con ETA cuando todo apuntaba a que era un atentado yihadista. Entonces esto creó, no solamente en el gobierno, sino a nivel de la prensa y los medios, una división en la sociedad española que todavía perdura. El gobierno a través de Acebes, Zaplana y otros miembros del gobierno del PP de entonces, hicieron creer que era todo una conspiración. El gobierno lo hizo muy mal, claro que podría haber sido ETA, pero si hay tantas pistas que te llevan a que claramente no han sido como el locutorio de Lavapiés donde se habían vendido los móviles o la casa de Morata de Tajuña donde se montaron las bombas, todo lleva a que ETA no es el ejecutor de este atentado. El gobierno podría haber rectificado y haber evitado todo lo que esto trajo consigo. La gente se echó a la calle y contra ellos.

“El 11M fue el gran fracaso de Pedro J. Ramírez”

P: ¿Cree usted que la actuación de los medios en el momento del atentado fue la más correcta? ¿Habéis llegado a sentiros engañados?

R: No tengo por qué decir que una prensa me gusta más que otra, pero yo te doy mi experiencia. A la vuelta a mi trabajo al cabo de once días tras el atentado, volví como cada día al bar de al lado a tomar café antes de entrar a trabajar, ahí aprovechaba para leer la prensa de cada día, porque en los días anteriores no me enteré de nada. Empecé a contrastar noticias, las que decía El País, las que decía El Mundo, y evidentemente, se formó una alianza entre el Partido Popular, la COPE, El Mundo, TeleMadrid y Libertad Digital, que buscaron una teoría de la conspiración con tal de no reconocer que había sido un atentado yihadista. Esto para las víctimas ha supuesto una doble victimización, que te recuerden todo el rato el atentado hace mucho daño. Nos hicieron culpables de perder las elecciones e incluso de ejecutar el atentado, barbaridades nuevas cada día. Pedro J. Ramírez al cabo de diez años se fue del periódico porque el 11M fue su gran fracaso, Casimiro García-Abadillo estuvo dos años y también se fue porque era su mano derecha. Una de las ruinas de El Mundo fue el 11M, años y años machacando, hasta que al final les dijeron que se buscasen la vida en otros diarios. 

P: Hace unos meses, el líder del PP, Pablo Casado, pidió «conocer toda la verdad» sobre los sucesos del atentado, haciendo referencia a las conspiraciones que rodean los hechos de aquel 11 de Marzo, ¿cree que las intenciones detrás de este discurso estaban relacionadas con la proximidad a las elecciones del 28A de este año?

R: Fue un tema recurrente para ganar votos y una forma de mantener candente la teoría conspiranoica entre su gente. El juicio ya se realizó y tiene unos hechos probados, es decir, que aquí no se trata de buscar la verdad celestial que buscan, la verdad está en los juicios. Un juicio en el que se relatan todos los hechos probados y entre ellos se incluye que el atentado fue ejecutado por una célula yihadista. Aunque hay miembros del PP que al cabo del tiempo se han dado cuenta de que esto no les llevaba a ningún sitio como por ejemplo el Ministro de Interior, Ignacio Zoido, que sabía que lo que había es lo que había. Esto de Pablo Casado es como lo que hizo Villarejo, dijo que iba a hablar, a enseñar, ¿y qué es lo que ha hecho? A la hora de la verdad ninguno demuestra nada de nada de nada.

P: Como padre de una de las víctimas, ¿cómo se siente saber que los asesinos de su hijo y de otras muchas personas están en la calle?

R: Estas son las normas del Estado de Derecho, y como tal, las tenemos que aceptar. Que los asesinos de nuestros familiares salgan de la cárcel no nos gusta, pero es lo que hay. A Jamal Zougam le pusieron 42.000 años de pena, además de saber que no va a cumplir esa pena, como es lógico, es que no va a cumplir ni 40. El máximo de la ley antes de los atentados era 30 y a raíz de los atentados se subió a 40. Pero igualmente, cuando los 40 se cumplan saldrán. No nos queda otra que aceptar.

P: El padre de Diana Quer, por poner un ejemplo, está luchando porque se apruebe la prisión permanente revisable en España para que el asesino de su hija no pise de nuevo la calle. Usted como padre de otro hijo al que asesinaron, ¿está a favor de este tipo de penas?

R: Yo en su momento pedí la cadena perpetua, pero una cosa es la que yo pida, y otra es la que se haga. Es decir, yo estoy ahí, para los asesinos de Daniel pido la cadena perpetua pero una cosa es mi petición y otra es lo que las leyes dicen.

“Estar aquí no es una compensación por la muerte de Daniel”

P: La pérdida de un ser querido es irreparable, pero siempre hay cosas que ayudan a salir hacia delante, en su caso, ¿cree que le ha ayudado ser parte de la asociación?

R: No. Lo tengo claro, Nunca querría haber estado aquí. Ni de presidente, ni en la Asociación. Pero las circunstancias te llevan a esto, porque la vida te ha colocado en esta situación, no porque quieras. Yo estoy aquí contra mi voluntad, no porque quiera. La gente me dice: “bueno, así estás entretenido”. Anda que no tendría yo cosas con las que entretenerme en vez de estar en esto. Estar aquí no es una compensación por la muerte de Daniel. Me ha cambiado la vida, y en la vida siempre hay otras opciones, tan lícitas como la mía, como alejarse de todo lo que tenga que ver con esto. Yo esto lo hago por una obligación moral de estar a la altura de las circunstancias, pero para nada lo hago porque sea donde quiero estar.

P: Por último me gustaría hacer una apreciación:  el atentado produjo tal impacto social en España y tal conmoción que incluso a día de hoy, 15 años después, sigue siendo noticia, un antes y un después en la historia española. Mi pregunta es: el 11M no se olvida, ¿pero se perdona?

R: No, perdonar tampoco. No puedo hablar por las demás víctimas, pero para perdonar a alguien te tienen que pedir perdón primero, y por ahora, nadie ha venido a hacerlo. No ha venido ningún terrorista a pedirme perdón por el asesinato de Daniel, pero aunque lo hiciera, tampoco le diría nada. Has hecho esto, pues ahí lo tienes, no tengo por qué perdonarte, tú sabrás si te perdonas a ti mismo. No tengo personalmente que perdonar a nadie. 

Foto: El País

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