
La tercera ola de la pandemia sigue en España alcanzando sus cifras más altas, lo que ha provocado el aumento de las restricciones en todas las comunidades autónomas para bajar la curva. En el día del viernes, la incidencia en España a 14 días se situaba en los 828 casos por cada 100.000 habitantes, con 42.885 nuevos casos y 400 fallecidos más. Pero el estudiantado ya ha comenzado los exámenes presenciales en algunas universidades que no optan por la vía online (aunque la decisión se tome en una reunión telemática, como por ejemplo en la Universidad de Córdoba) y se producen las primeras aglomeraciones mientras que en algunas universidades trasciende la jornada con normalidad. La mayoría están a favor de la presencialidad de los exámenes, pero consideran que no es el momento y por ello piden la evaluación telemática, sobre todo en aquellos casos en los que durante todo el cuatrimestre la docencia se ha impartido de manera virtual. Las medidas de seguridad en varios centros quedan en entredicho.
Los estudiantes llevan varias semanas quejándose a través de las redes sociales ante la negativa de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en realizar los exámenes presenciales. En un comunicado, señalaban que «las universidades españolas ya planificaron un curso 20-21 en el que se apostaba por la máxima presencialidad -y con ello los exámenes presenciales- y el cumplimiento de las normas sanitarias establecidas por el Gobierno Central y los Gobiernos autonómicos, dedicando muchos recursos humanos y materiales para garantizar la seguridad en nuestras instalaciones». De este modo, las universidades decidían mantener la presencialidad de los exámenes aunque en algunos casos las materias se hayan impartido completamente de manera telemática.
Ante la situación que se está viviendo en nuestro país, una gran parte del estudiantado solicitaba la realización de las pruebas online. Exponían, como motivos, el número creciente de casos de coronavirus en España, la falta de medidas de seguridad que garantizaran la realización de las pruebas de una forma segura y correcta, el desplazamiento de los estudiantes que han permanecido en sus viviendas durante todo el cuatrimestre porque sus materias se han impartido online y el aumento de riesgo existente de contagiar a familiares, sobre todo de riesgo, entre otros. En las redes sociales, los universitarios habían creado varias campañas para exigir esta medida, bajo las almohadillas #VerURJCenza, #ExámenesOnlineYa, #ExámenesOnlineUGR, #quemadUS, #UCOvid o #UniOVInosabandona y convirtiéndose en tendencia.
A esta rebelión, además de los estudiantes, que no entienden que se pida desde los Gobiernos no salir y se eviten las aglomeraciones pero los exámenes continúen presenciales, se han sumado asociaciones estudiantes y el sindicato CSIF. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios reclamaba que las universidades suspendieran los exámenes presenciales en toda España y que se reanudaran las clases online ante el avance de la tercera ola del Covid-19 y hasta que mejore la situación epidemiológica. La queja se ha llevado también a través de la plataforma Change.org, que acumula más de una veintena de peticiones de este asunto.
Algunas universidades han cambiado de criterio, como la de Granada, que ha decidido realizar exámenes online en aquellas asignaturas impartidas de forma telemática. En el caso de las presenciales, pueden mantenerlo de la misma forma u optar a los exámenes online. A Rosalía Quintanilla, estudiante de Ciencia Política en la UGR, le parece «lo mejor y más coherente. Como está la situación, juntar a tantísimos alumnos en una universidad es una locura». Ella es de las que prefiere exámenes presenciales pero ante el repunte de casos y el agravamiento de la pandemia en España le parece lo más acertado. Sí es cierto que ha realizado exámenes parciales presenciales y «la verdad es que ha estado bastante bien organizado».
Otras universidades andaluzas, como la de Córdoba, no siguen el mismo criterio y han decidido mantener los exámenes presenciales a partir de la semana que viene. Antonio Priego, estudiante de Historia del Arte en la UCO, considera que las medidas en su universidad son insuficientes. «La facultad se ha quedado pequeña con tantos grados. Para hacer los exámenes solo disponemos de una clase. Una vez lo realizamos, se ventila media hora y entra otro grupo. Como no estoy en Córdoba tengo que trasladarme, dependiendo de si me puede llevar algún familiar porque los horarios de los autobuses también se han reducido, además de aumentar las probabilidades de contagiarme y por tanto de contagiar a mi entorno. Alternativas hay pero es muy bonito verlo desde una pantalla. El ayuntamiento de mi pueblo y la Junta piden que no salgas pero ahora tienes que ir a hacer los exámenes con personas que no saben si guardan las medidas».
Rabanales en los exámenes de hoy. ¿De verdad la UCO considera que hay medidas necesarias para no contagiarse? #UCOVID pic.twitter.com/T7Pomy8n3B
— Kevin🏴☠️ (@Shourium) January 7, 2021
Analizando la situación en Galicia, en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), a nivel general, los exámenes se han realizado presencialmente. Silvia Caeiro, estudiante del grado de Periodismo en la universidad gallega, cuenta que tanto la realización de los exámenes telemáticos como presenciales han sido un desastre, a excepción del último. «Tuvimos tres exámenes, dos de ellos presenciales. El primero fue un desastre porque estábamos todos pegadísimos. El segundo online porque el profesor lo avisó con dos días de antelación y hasta el momento del examen no nos dijo cómo iba a ser y resulta que más que online era telemático: lo empezábamos el viernes y teníamos hasta el lunes para entregar y eso no lo sabíamos. El tercero fue presencial pero «muy bien porque nos dividieron en tres clases, había muchísima distancia y entrábamos por turnos». Compañeros de otros grados de la universidad le han comentado que el principal problema eran las aglomeraciones. «En clase estaban separados a la hora de hacer el examen pero en el pasillo todos apelotonados». Estudiantes de las tres universidades gallegas han mostrado sus quejas en redes y solicitado los exámenes por internet, sobre todo porque algunas asignaturas se han realizado online todo el cuatrimestre y asistir ahora resultaba «incongruente». La solicitud se les ha denegado en muchos casos.
Me encanta el protocolo para los exámenes presenciales de la USC, sin aglomeraciones 😍 pic.twitter.com/f0CJcRqyXx
— hugo (@hugooalvarez_) January 18, 2021
Alumnos de la URJC han sido de los más activos en redes. Con #URJCobarde y #VergURJCenza. Elena García estudia quinto curso de Periodismo y Economía y solamente cursaba presencialmente una vez al mes dos de las cinco asignaturas en las que se ha matriculado. «He asistido a las clases mediante la aplicación Teams porque desplazarme desde Canarias era muy difícil y muy costoso». A su juicio, «Me parece una vergüenza no solo del rectorado sino de todas las administraciones públicas que los exámenes se realicen presenciales. No era el momento». Como hasta esta semana no ha conocido las decisiones finales, ha reservado un estudio por un precio «desbordante» y comprado los billetes de avión «caros». Algo parecido le ocurre a Úrsula Collino, estudiante de Relaciones Internaciones que ha creado un comunicado junto a compañeras de otros grados y universidades para pedir que se les escuche. «Desde el inicio de la pandemia, los universitarios hemos sido los grandes olvidados. El Ministro de Universidades apenas ha comparecido y en medio de esta ola nos hacen ir en masa a las aulas. Hay personas que conviven con personas de riesgo y muchos estudiantes tampoco saben qué hacer si dan positivo».
Imagínate jugarte la nota de la carrera, que tanto te cuesta, en unos estúpidos exámenes presenciales, con goteras mojando a los alumnos, luces que se funden y ningún respeto al protocolo covid.
Y luego culpamos a Cifuentes de la fama… #VergURJCenza #URJCobarde pic.twitter.com/STZawjf8sw— Mars (@Malvareez) January 22, 2021
Una alumna de Farmacia de la Universidad de Salamanca está a favor de los exámenes presenciales porque, argumenta, en los online no se demuestra quién estudia y quién no. «Me parece la única opción justa porque he sufrido los exámenes online en el segundo cuatri del año pasado. Respecto a otros años, hay gente que lleva arrastrando algunas asignaturas casi dos o tres años y ahora ha sacado notables y sobresalientes por ser online. En los exámenes online no se puede diferenciar de la gente que estudia de la que no». Además, no cree que la universidad sea un foco de covid. «Teníamos medidores de CO2, puertas abiertas y cribados masivos de test de antígenos. Me parece imposible coger el covid en un examen».
La decisión final sobre la realización de los exámenes presenciales o no recae en manos del profesorado. Los motivos que alega parte del mismo para la realización de los exámenes presenciales es el cumplimiento de las decisiones dictaminadas por el rectorado, decanato o la CRUE. Además, añaden que no se establece un control para ver si el alumno se copia o no. Lo cierto es que en España el sistema educativo a rasgos generales continúa evaluando mediante los exámenes, para el cual la mayoría de los estudiantes empollan pero no aprenden, aunque esa queja lleva arrastrada años. «Como he repetido siempre, la educación está muy mal diseñada. Llevo cinco años en la carrera y me atrevo a decir que todavía no he aprendido nada. Falta muchísimo interés por parte del profesorado en que los alumnos aprendamos la asignatura de verdad, en que tengamos conocimientos que nos sirvan para el futuro laboral. Plasmar en un examen todos los conocimientos no creo que sea buena idea. Hay trabajos, proyectos, debates, investigaciones… mil formas de evaluar a un alumno y saber si realmente ha aprendido lo que ellos intentan enseñarnos», explica Elena. Pero la pandemia del coronavirus tampoco ha servido para crear ese debate y cambiar la metodología.
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